NUEVA YORK, lunes 6 de septiembre de 2010 (ZENIT.org).- Las autoridades de la ciudad de Nueva York no están apoyando la reconstrucción de la iglesia ortodoxa griega de San Nicolás en Manhattan, el único lugar de culto destruido en el atentado del 11 de septiembre de 2001.
L’Osservatore Romano recogió en su edición del pasado 4 de septiembre esta denuncia de la archidiócesis greco-ortodoxa de América (canónicamente ligada al patriarcado ecuménico de Constantinopla), que lleva años pidiendo la reconstrucción del templo.
Mientras el proyecto para edificar un centro cultural islámico cerca de la Zona Cero ha recibido la autorización del alcalde de Nueva York, las autoridades siguen sin comprometerse en la reconstrucción del templo.
La archidiócesis greco-ortodoxa de América, de la que depende la parroquia, y la autoridad portuaria de Nueva York y Nueva Jersey, propietaria del terreno en el que se encontraba el World Trade Center, llevan tiempo en conversaciones para que pueda volver a construirse la iglesia de San Nicolás en un lugar cercano a su ubicación original.
Pero desde el año pasado no ha habido ningún paso adelante, por lo que los responsables eclesiales han decidido relanzar el debate.
Además, en el marco de la polémica sobre la construcción de un centro islámico no lejos del lugar del atentado perpetrado por extremistas islámicos, los representantes municipales han dicho que el acuerdo está cerrado.
El portavoz de la archidiócesis, el padre Alexis Karloutsos, ha declarado que las autoridades de Nueva York sencillamente han «olvidado» esta iglesia cercana a la Zona Cero.
La iglesia ortodoxa de San Nicolás fue fundada por griegos inmigrantes en 1916. Era un edificio de cuatro plantas que quedó completamente destruido con la caída de la torre sur de las Torres Gemelas de Nueva York.