CIUDAD DEL VATICANO, jueves 16 de septiembre de 2010 (ZENIT.org).- El ex-obispo de Brujas que cometió pederastia, monseñor Roger Vangheluwe, ya fue retirado de su ministerio y también ha dejado su diócesis, aclaró este miércoles el Vaticano.
En una breve declaración, el director de la Oficina de Información de la Santa Sede, el padre Federico Lombardi, SI, destacó la preocupación del Papa por los actos de monseñor Vangheluwey sus colaboradores, así como las medidas tomadas al respecto y el seguimiento del caso en Roma.
“Se comprende la preocupación de la sociedad y de la Iglesia belga, por la gravedad de los hechos cometidos en el pasado por el ex-obispo de Brujas, monseñor Roger Vangheluwe, y por su responsabilidad en este asunto -declaró-. Esta preocupación es compartida por el Papa y sus colaboradores”.
Al mismo tiempo, señaló que “las decisiones necesarias se tomaron rápidamente” (cf. ZENIT 23 de abril de 2010) y destacó que “sanciones posteriores como una posible pérdida del estado clerical” pertenecen al Papa, quien “podrá tomarse un tiempo ciertamente para informarse y reflexionar”.
En este sentido, el portavoz vaticano quiso señalar también “que una eventual “reducción al estado laical” del ex-obispo, solicitada por algunos grupos, tendrá un significado más simbólico que práctico, ya que el ejercicio de su ministerio ya está excluido actualmente”.
En cuanto al proceso para imponer estas sanciones, el padre Lombardi explicó que “la nunciatura ha informado a las autoridades romanas sobre el “sentimiento” de la sociedad belga y lo seguirá haciendo.
El Papa aceptó públicamente el pasado mes de abril la renuncia al gobierno pastoral de la diócesis belga de Brujas presentada por monseñor Roger Joseph Vangheluwe, quien en el pasado abusó sexualmente de un joven de su entorno.
El ex-obispo ha reconocido su culpa en varias ocasiones, ha pedido perdón y se ha retirado de su cargo y de la diócesis.
El caso ha generado un gran malestar en Bélgica, donde esta semana los obispos anunciaron la apertura de un centro para el reconocimiento, la curación, el restablecimiento y la reconciliación de las víctimas de abusos cometidos por clérigos.
El nuevo Centro, que debería comenzar a funcionar este año, es creado después de la dimisión en bloque de la Comisión independiente guiada por el profesor Peter Adriaenssens (creada por la misma Iglesia para investigar casos de abusos), tras el registro judicial de finales de junio, declarado ilegal.