Padre Lombardi: el Papa y Newman, dos buscadores de la verdad
ROMA, domingo 19 de septiembre de 2010 (ZENIT.org).- Benedicto XVI y el cardenal John Henry Newman se asemejan en el mismo tipo de experienza de la fe y de la búsqueda de la verdad. Así lo dijo hoy a los micrófonos de Radio Vaticano, el portavoz de la Santa Sede, padre Federico Lombardi.
Según el sacerdote jesuita, la figura del nuevo beato sintetiza muchos de los temas afrontados durante el viaje del Papa en su encarnar “la belleza y la alegría de la fe en Cristo como fundamento de un servicio positivo para la sociedad en la que se vive, como fundamento de un testimonio eficaz de gran caridad para la comunidad en la que se vive”.
De la misma forma, para Newman, la fe cristiana es “un camino de búsqueda de la verdad cada vez más profundo que llega cada vez más plenamente al encuentro con Cristo y por tanto a la santidad”.
“Es una personalidad – prosiguió el director de la Sala Stampa vaticana – que tiene una profunda sintonía con la del Santo Padre por la unión entre experiencia de cultura y experiencia de fe, por la profunda espiritualidad, por el sentido de búsqueda de la verdad”.
“Por tanto – añadió –, comprendemos también por qué el Papa deseó hacer él mismo esta Beatificación. Se ha notado una sintonía profunda de sensibilidades, de planteamiento de la experiencia de fe”.
Al recorrer después algunos de los momentos más sobresalientes de la visita papal, el portavoz vaticano recordó el encuentro con las víctimas de los abusos, “que ha sido significativo del modo como el Santo Padre afronta esta cuestión tan delicada para la Iglesia hoy”.
En particular, explicó, en este viaje el Papa ha querido afrontar esta cuestión de tres modos diversos: “con las palabras de la homilía, con el encuentro con las víctimas y con el encuentro con las personas comprometidas en la salvaguardia, en la tutela de los jóvenes y de los niños”.
“Este último aspecto – subrayó – es un poco una novedad respecto a otros viajes y demuestra lo completo del planteamiento con que la Iglesia debe afrontar esta situación, mirando también hacia adelante y poniendo todas las premisas para que el testimonio sea creíble y haya garantía de poder evitar para siempre que se repitan errores y crímenes”.