ROMA, lunes 4 de octubre de 2010 (ZENIT.org).- El cardenal Peter Erdö, arzobispo de Esztergom-Budapest y presidente del Consejo de Conferencias Episcopales Europeas (CCEE), anunció el pasado jueves la creación de un Observatorio sobre la intolerancia y la discriminación de los cristianos en Europa.
Así lo hizo durante el discurso de inauguración de la Plenaria del CCEE en Zagreb (Croacia), en la que se tratará sobre “Demografía y Familia en Europa”.
El cardenal Erdö explicó que este Observatorio “no quiere ser un instrumnto de polémica, sino una ayuda para crear una sociedad más respetuosa con la libertad religiosa, más capaz también de comprender y de aceptar tanto sus propias raíces como la realidad plural a través de una sana laicidad”.
En su intervención, afirmó que el continente europeo atraviesa hoy “una crisis de identidad”, que “no tiene que ver únicamente con cada uno de nuestros países, sino que afecta también al proyecto de una Europa comunitaria”.
La verdadera libertad religiosa “es un derecho central, es un indicador sobre todos los demás derechos. Donde son posibles campañas de odio colectivo contra una comunidad religiosa o un grupo étnico, mañana serán posibles también contra otros grupos”.
La situación “no es nada fácil para los numerosos cristianos que intentan dar testimonio con su vida de la fe y la esperanza que habita en ellos, también a través de un modelo de vida que a menudo es también un desafío para los demás”.
“Europa necesita a Dios, necesita recordar sus propias raíces y mirar al futuro con realismo y con esperanza”, señaló el arzobispo de Esztergom.
“En definitiva, se trata, por una parte, de ayudar a la evangelización moderna, y por la otra, de una ayuda al desarrollo para una auténtica democracia basada en la igualdad en nuestro continente”.
Stepinac
En otro momento de su discurso, el cardenal Erdö quiso recordar al beato croata cardenal Alojzije Stepinac, “que sufrió varias vicisitudes y la prisión por haber rechazado secundar las maniobras de Tito dirigidas a crear en Yugoslavia una Iglesia nacional separada de Roma”.
Con motivo del 50 aniversario de su muerte, el purpurado quiso recordar “cómo en los tiempos dificilísimos que caracterizaron el periodo de imposición del comunismo ateo, el beato Stepinac luchó cristianamente para defender los derechos fundamentales de cada hombre y de cada pueblo, y se prodigó para defender y proteger a todos los perseguidos”.
“Si nosotros hoy, obispos europeos, nos sentimos obligados a reforzar entre nosotros los vínculos de la comunión, recordemos con gratitud a esas generaciones pasadas de obispos mártires y confesores, nuestros intercesores en los tiempos actuales”.
En un mensaje al cardenal Erdö, el cardenal Tarcisio Bertone, Secretario de Estado vaticano, animó a todos en nombre del Papa Benedicto XVI a “proseguir la importante llevada a cabo” y a “suscitar en las comunidades eclesiales el necesario compromiso por la libertad de los fieles ante la tolerancia y la discriminación”, así como “para la promoción de la familia y la defensa de la vida”.
El Papa auguró que el encuentro ayude a “reforzar los vínculos de unidad y comunión entre los obispos de Europa”, así como a “dar un impulso decidido a la nueva evangelización del continente”.