PEKÍN, jueves 9 de diciembre de 2010 (ZENIT.org).- Este jueves han sido elegidos los nuevos representantes de la Asamblea de los Representantes Católicos, institución controlada por el gobierno comunista, que pretende erigirse como una Iglesia paralela a la católica, y según el Papa es inconciliable con la fe católica.
Según informa y aclara la agencia AsiaNews, los elegidos son «Joseph Ma Yinglin, obispo (ilícito, pues su ordenación episcopal tuvo lugar sin el acuerdo de la Santa Sede) de Kunming, come nuevo presidente del Consejo de los Obispos Chinos; mientras que monseñor Johan Fang Xinyao, obispo de Linyi, es el nuevo responsable de la Asociación Patriótica».
La misma agencia había revelado en días pasados che «decenas de obispos de la Iglesia oficial habían sido deportados con la fuerza a la capital para obligarles a participar en la Asamblea de los Representantes Católicos Chinos»
«La vicepresidencia del Consejo de los Obispos queda confiada a los obispos Fang Xinyao de Linyi; Zhan Silu de Mindong (ilícito); Fang Jianping de Tangshan; Li Shan de Pekín; Pei Junmin de Liaoning; Yang Xiaoting de Yanan.
El secretario general del Consejo de los Obispos es Guo Jincai, el obispo ordenado ilícitamente en Chengde el pasado 20 noviembre», añade la agencia del Pontificio Instituto para las Misiones Extranjeras (PIME).
El antiguo presidente de la Asociación Patriótica, Antonio Liu Bainian, laico, promotor de las ordenaciones ilícitas de obispos en este año, ha sido elegido presidente honorario de la Asociación Patriótica.
Al clausurar la reunión, monseñor Ma Yinglin afirmó que los nuevos responsables de la Asociación y del Consejo unirán a los católicos para seguir los principios de independencia, auto-organización y democracia para guiar a la Iglesia y caminar con la Iglesia universal y ser testigos de Dios. Los católicos, añadió, «podrán escribir un nuevo capítulo en el trabajo patriótico de la Iglesia china».
En su carta a los católicos chinos del 27 de mayo de 2007, Benedicto XVI explica que «la finalidad declarada de los mencionados organismos de poner en práctica ‘los principios de independencia y autonomía, autogestión y administración democrática de la Iglesia’, es también inconciliable con la doctrina católica que, desde los antiguos Símbolos de fe, profesa que la Iglesia es ‘una, santa, católica y apostólica'» (n. 7).
Si bien no hay estadísticas oficiales, se calcula que en China hay 12 millones de católicos de los cuales tan sólo 4 millones adhieren a la Asociación Patriótica, a pesar de las presiones de las autoridades y de que quienes no lo hacen con frecuencia deben vivir en la clandestinidad.