Por don Mariusz Frukacz
CZESTOCHOWA, viernes 10 de diciembre de 2010 (ZENIT.org).- “Heme aquí, Señor” (Is 6,8) ha sido el tema de los ejercicios espirituales para los responsables de las Caritas diocesanas y de otras agencias eclesiales del continente europeo que se desarrolló en el santuario mariano de Jasna Góra, en Czestochowa (Polonia) del 29 de noviembre al 3 de diciembre.
En el encuentro, participaron 320 responsables de organizaciones caritativas católicas europeas, con la presencia de cinco cardenales y cincuenta obispos procedentes de 140 diócesis de 26 naciones.
Las meditaciones de los ejercicios espirituales estuvieron dirigidas por la abadesa holandesa Theresa Brenninkmeijer, O. Cist.
En el encuentro, participó también el cardenal Robert Sarah, actual presidente del Consejo Pontificio Cor Unum.
“Czestochowa es un lugar importante para nuestro encuentro, un lugar donde se puede verdaderamente lograr la reflexión espiritual -explicó a ZENIT el cardenal Paul Josef Cordes, ex-presidente del Consejo Pontificio Cor Unum-. Hay que recordar que en Europa se desarrolla nuestra actividad, la esfera práctica y la técnica”.
“Pero para la reflexión espiritual, quería escoger un lugar donde fuera posible tener un encuentro con María. Por eso es muy importante la oración en la capilla de la Virgen Negra de Jasna Góra”, continuó.
“El santuario polaco nos ayuda a todos nosotros a entrar en la perspectiva de la fe -añadió-. Con la ayuda de María, podemos profundizar en la espiritualidad que emana y se practica en este lugar”.
Según el cardenal Cordes, “los frutos del servicio caritativo son muy importantes” “Los cristianos tenemos un patrimonio especial, es decir, tenemos la palabra de Cristo, pero también la tradición del servicio a los pobres”, indicó.
“En la historia de la Iglesia tenemos muchos ejemplos de santos, como la beata Madre Teresa de Calcuta, que nos enseñan cómo poner en práctica el mandamiento del amor al prójimo”, dijo.
“Nuestro primer deber como cristianos es el de recordar la riqueza de este patrimonio -afirmó-. Debemos recordarlo, pero también vivir de ello”.
“Nosotros, como Caritas, tenemos también el consuelo que viene de Dios. También es importante la dimensión espiritual de nuestra actividad, que debe vivirse primero en la implicación personal en la Caritas y después ponerse en práctica. El mensaje de la fe ayuda tantas veces a una persona en dificultades”.
El purpurado destacó a ZENIT la importancia de la dimensión mariana para la actividad caritativa.
“Viendo la historia de nuestra actividad caritativa -subrayó-, constatamos la gran importancia que tienen los distintos instrumentos humanos”.
“Todas las organizaciones implicadas en actividades caritativas, como Caritas o Cruz Roja, han utilizado muy bien estos instrumentos”.
“Pero al hablar de Caritas, hay que mirar también la formación del corazón -indicó-. Y aquí en Jasna Góra vemos el Corazón de María que no incluye sólo la formación de una cierta sensibilidad humana, sino es la formación de un corazón que lo espera todo de Dios”.
“En el mundo secularizado en el que no se habla de Dios, necesitamos esa formación del corazón -aseguró-. Necesitamos modelar nuestro corazón según el Corazón de María”.
“Para los participantes de los ejercicios espirituales, esta iniciativa es una respuesta al llamamiento que el Pontífice Benedicto XVI lanzó a través de la encíclica Deus caritas est, es decir el de formar los corazones”, explicó a ZENIT el diácono Giorgio, director de Caritas de Brescia.
Para él, “la formación del corazón y la cercanía a los demás son los dos pulmones de Caritas”.
Los ejercicios espirituales para las Caritas se han celebrado en Guadalajara (México) en 2008 y en Taipei (Taiwán) en 2009.
Europa es el tercer continente donde se han celebrado los ejercicios espirituales y, como destacó el secretario de Caritas Polonia, Zbigniew Sobolewski, ha sido “el Santo Padre Benedicto XVI en persona quien ha querido Jasna Góra como lugar de nuestro encuentro”.