LONDRES, lunes 13 de diciembre de 2010 (ZENIT.org).- En el último año, los miembros de la Orden Ecuestre del Santo Sepulcro de Jerusalén han enviado 10,7 millones de dólares en donación a Tierra Santa.
El cardenal John P. Foley, gran maestro de la Orden, lo refirió el sábado 4 de diciembre en Londres, durante un encuentro sobre los proyectos que la organización está apoyando.
El purpurado subrayó el compromiso de la Orden “para que la presencia cristiana siga existiendo en Tierra Santa, definida como Israel, Jordania, Territorios Palestinos y Chipre”.
Una parte de esta financiación sirvió para apoyar la visita del Papa Benedicto XVI a Chipre del 4 al 6 de junio, otra a ayudar a la construcción de una iglesia católica latina en Aqaba (Jordania).
El cardenal habló de los planes para los proyectos futuros, como la construcción de una iglesia en la actual Jordania, sobre el lugar del Bautismo de Jesús. Junto a la iglesia se construirán también un convento, un monasterio y un centro para visitantes.
También se refirió al proyecto de construir una universidad en Madaba, en Jordania. La primera piedra del instituto fue bendecida por el Papa el año pasado, durante su visita a Tierra Santa.
El cardenal recordó que tuvo la posibilidad de participar en la Asamblea Especial para Oriente Medio del Sínodo de los Obispos en el pasado mes de octubre en Roma. En esa ocasión, subrayó la necesidad de apoyar la educación católica en Tierra Santa.
Después señaló a los miembros de la Orden un proyecto en particular, llamado “Un portátil para un niño”, que pretende ayudar a ofrecer a los estudiantes de las escuelas católicas los beneficios de la tecnología informática.
El mismo día, en la catedral de Southwark, el purpurado pronunció la homilía durante una Misa di investidura para los nuevos miembros de la Orden, subrayando las normas de la organización: asistir a los débiles y los necesitados, trabajara por la justicia y la paz, defender los santos lugares.
“Ser un caballero o una dama del Santo Sepolcro de Jerusalén es verdaderamente una vocación”, afirmó, “una vocación a progresar en la santidad, una vocación a animar y a asistir a los descendientes de los primeros seguidores de Jesucristo en esa tierra hecha verdaderamente santa por su vida, muerte y resurrección, una vocación a la proclamación en Tierra Santa, en nuestro ambiente y en el mundo entero”.
El cardenal exhortó a los nuevos miembros a seguir el ejemplo del Beato John Henry Newman, que “encarnó los ideles de nuestra orden – la sed de santidad, el amor por el Señor y por la tierra que lo vio nacer”.
El domingo 5 de diciembre, en la catedral de Westminster, el cardenal Foley exhortó a los católicos ingleses, durante la homilía, a “acoger a Cristo en los refugiados de Tierra Santa y de esas naciones en Oriente Medio en la que los cristianos son perseguidos y realmente martirizados”.
“Acogedlo en los pobres, en las personas solas y atribuladas, que en Navidad quizás se sientan más solas que nunca. Acogedlo en esos miembros de la Comunión anglicana que están entrando en unión con la Iglesia católica”, añadió.
“En signo de agradecimiento por la esplendida visita del Papa en esta misma catedral – añadió – ¿por qué no enviarle una tarjeta antes de Navidad, dándole las gracias por su histórica visita y prometiendo vuestras oraciones por él en Navidad y durante el año, para que pueda tener la fuerza y la guía divina necesarias para prepararnos a ser acogidos, cuando Dios nos llame, en nuestra casa celestial en compañía de Jesucristo, nuestro Señor y Salvador?”.