JABALPUR, martes 21 de diciembre de 2010 (ZENIT.org).- Un sacerdote católico fue golpeado de forma salvaje por un grupo de personas no identificadas el pasado viernes 17 de diciembre, en el distrito de Jabalpur. El agredido logró huir y salvar la vida, según informa UCANews.
Este nuevo ataque ha llevado a los obispos de las diócesis del estado indio de Madhyra Pradesh a pedir protección de cara a las próximas fiestas de Navidad.
También en Orissa, escenario de las persecuciones violentas contra los cristianos en el año 2008, los cristianos han sido amenazados con incursiones contra ellos por parte de grupos hinduistas radicales en esta Navidad, según recoge la agencia UCAN.
El pasado viernes, el padre Thomas Chirattavayalil fue atacado por un grupo de 12 desconocidos que irrumpieron de madrugada en su casa, en una misión de la diócesis de Satna.
El sacerdote fue golpeado salvajemente, recibiendo heridas en la cabeza por las que necesitó cinco puntos de sutura, así como hematomas en todo el cuerpo.
En declaraciones a UCANews, el sacerdote explicó que cuando gritó pidiendo ayuda le amenazaron con matarle, y que en cierto momento logró escapar corriendo de la casa y refugiarse en otra vivienda.
Tras ser ingresado en el hospital, el padre Chirattavayalil aseguró que perdonaba a sus agresores y que desconocía los motivos del ataque, pues “no tenía enemigos”.
Después del ataque, el sacerdote recibió protección policial tanto en su casa como en el hospital. Por su parte, monseñor Mathew Vaniakizhakkekl, obispo de Satna, pidió también protección de las iglesias y lugares de culto de cara a las fiestas de Navidad.
Miedo
En el estado de Orissa, especialmente en el distrito de Kandhamal, los cristianos están asustados tras el anuncio de grupos radicales hindúes de atacarles el día de Navidad.
La excusa para estos ataques, según afirmó el líder del partido radical Kandhamal Kui Samaj, es el de “conmemorar” el supuesto asesinato de un hindú, Khageswar Mallick, por parte de cristianos, en 2007.
Mallick resultó herido de muerte cuando participaba en la demolición de una iglesia cristiana. En medio de aquella ola de violencia, ese año, los radicales hindúes incendiarion 750 casas, así como 115 iglesias y conventos.
A pesar de que las autoridades aseguran que ofrecerán protección, los cristianos de la zona temen nuevas violencias contra ellos, tras las navidades de 2007 y el sangriento verano de 2008, en el que murieron cerca de 500 cristianos (ver www.zenit.org/article-29058?l=spanish).
En los últimos meses, según denunciómonseñor Raphael Cheenath, arzobispo de Cuttack-Bhubaneshwar (ver www.zenit.org/article-36549?l=spanish), los cristianos de Kandhamal están siendo objeto de amenazas y de conversiones forzadas.