BELÉN, jueves 23 de diciembre de 2010 (ZENIT.org).- En vísperas de esta Navidad, se ha inaugurado la ampliación del hospital para niños de Belén, «Caritas Baby Hospital», que en este año ha salvado centenares de vidas en sus primeros estadios de existencia.
En la ciudad en que nació Jesús, el edificio, que depende de la caridad internacional, sin ningún tipo de subvenciones, ha sido reformado, y ahora ha abierto, además, una «Escuela de madres», donde se alojarán las madres de los niños ingresados, y darles formación para que puedan atenderlos y curarlos mejor.
El hospital hunde sus orígenes en la Navidad de 1952, cuando el sacerdote suizo Ernst Schnydrig, de peregrinación en Belén, vio la terrible escena de un padre que enterraba a su hijo muerto por falta de cuidados.
El presbítero fundó rápidamente un centro médico para brindar asistencia a todos los niños que nacieran en la tierra de Jesús, sin distinción de raza o credo religioso.
Esos fueron los inicios, dos pequeñas habitaciones. En el año 1978 se abrió el hospital, llamado «Caritas Baby Hospital», a cuya inauguración no pudo asistir el fundador pues murió algunos días antes.
El hospital pediátrico se alza sobre un terreno que cedió la Custodia de los Franciscanos de Tierra Sant, cerca del puesto de control que lleva a Jerusalén. Fue visitado durante la peregrinación apostólica de Benedicto XVI a Tierra Santa, en mayo de 2009.
Cuenta con un personal de 215 personas entre médicos, enfermeros profesionales (a los que forma el mismo centro) y personal administrativo. Dispone de 82 camas, dos departamentos de medicina y uno de neonatología. En 2009 contabilizó 4.500 ingresos hospitalarios y 27.800 intervenciones ambulatorias, lo que supone un total de 32.300 niños asistidos.
El centro cuenta con el servicio de las hermanas franciscanas elisabetinas de Padua, que constituyen hoy su punto de referencia por su apoyo moral y espiritual tanto al personal como a los pacientes y a sus familiares.
La ceremonia de inauguración de los nuevos locales tuvo lugar el 18 de diciembre con la bendición de las nuevas instalaciones a cargo de Su Beatitud Fuad Twal, patriarca latino de Jerusalén
El personal del hospital organizó después pequeños grupos según las distintas lenguas (árabe, inglés, italiano, alemán y francés) para poder visitar las distintas áreas sin interferir en las labores del personal sanitario ni molestar a los pacientes.
A las 10:30 se celebró la santa misa en distintas lenguas, celebrada por el Patriarca Monseñor Fuad Twal, en la iglesia de Santa Catalina.
En la homilía Su Beatitud Twal recordaba cómo la obra del Caritas Baby Hospital es fiel a la enseñanza de Jesús, desempeñando su obra de caridad en un contexto social complejo y difícil como el de Tierra Santa para los cristianos.
Concelebraron la Eucarisíta el arzobispo Antonio Franco, nuncio apostólico para Israel y delegado apostólico para Jerusalén y Palestina, y el cardenal Kurt Koch, presidente del Consejo Pontificio para la Unidad de los Cristianos y de la Comisión para las Relaciones Religiosas con los Judíos.
En el ofertorio, se presentaron ante el altar herramientas de albañilería, símbolo del trabajo físico de la construcción; biberones, símbolo de la atención a los niños; y sor Erica Nobs, madre superiora de las hermanas elisabetinas de Padua en Belén, llevó al altar la foto del fundador, el padre Schnydrig.