CIUDAD DE MÉXICO, martes, 8 de febrero de 2011 (ZENIT.org-El Observador).- En un editorial el semanario oficial de la Arquidiócesis Primada de México, «Desde la Fe», calificó como «absurdos» los planteamientos de un grupo de ex presidentes latinoamericanos sobre la legalización de las drogas.
Según el editorial del semanario de la Arquidiócesis que encabeza el cardenal Norberto Rivera Carrera, los antiguos mandatarios latinoamericanos, «no hacen propuestas viables ni señalan con claridad la solución».
Entre los ex mandatarios se encuentran los de México y Colombia quienes se han convertido en activos promotores de la legalización del consumo de droga como medida de desactivación de la violencia que asola a varios países del continente, entre ellos México, por la lucha de los cárteles en torno al tráfico y el control de las rutas de las drogas.
Para el semanario «Desde la Fe», los ex mandatarios «se han dedicado a promover irresponsablemente la idea de que mediante la legalización de las drogas se acabaría el problema, sin tomar en cuenta la degradación social que esto implicaría».
En lo que respecta a México, la lucha se lleva a cabo entre las fuerzas armadas mexicanas, el ejército y la marina, lo que ha motivado que, según el semanario, «falsos análisis culpen al gobierno del panorama de violencia que se vive, olvidando que la gran mayoría de las muertes violentas han sido causadas por los criminales y no por la policía o el Ejército».
Estos análisis «equivocados» han generado confusión en la opinión pública, «a tal grado que se ha llegado a creer y proponer que es mejor pactar con el narcotráfico y dejar a los criminales trabajar en paz, organizando sus territorios y respetando su negocio de muerte», insistió la publicación católica que circula en la Arquidiócesis Primada de México. Para sus redactores, estos análisis, lejos de desestimar la violencia «significa justificar las acciones criminales».
Finalmente, el editorial de «Desde la Fe» hizo un llamado a políticos y comunicadores a no ser ingenuos y creer «que con pancartas de protesta (se pueden) solucionar la gravedad del problema que vivimos». La solución está en anunciar a Jesucristo e iluminar las realidades temporales con la fuerza del Evangelio.