Francia: la nueva ley de bioética tiene “orientaciones eugenésicas”

La Fundación Lejeune analiza el proyecto legal

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PARÍS, jueves 17 de febrero de 2011 (ZENIT.org).- La Fundación Jérôme Lejeune lamenta que el proyecto de ley de bioética recientemente adoptado por la Asamblea Nacional, que ahora debe tramitarse en el Senado, subraye «orientaciones eugenésicas y utilitaristas» que ponen en peligro la vida de seres humanos frágiles.

Publicamos el análisis que ha realizado de esta ley esta Fundación, reconocida por el Estado francés de utilidad pública, que fue la primera en financiar investigaciones sobre la trisomía 21 y otras deficiencias de origen genético. También ha financiado programas de investigación en terapia celular (investigación sobre las células madre adultas y la sangre del cordón umbilical). Ha interpuesto también recursos de ilegalidad contra decisiones de la Agencia de Biomedicina que autorizaban investigaciones sobre el embrión humano.

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El proyecto de ley de bioética examinado la semana pasada y adoptado por la Asamblea Nacional tiene las siguientes características.

1) Un eugenismo triunfalista (disposiciones relativas a los diagnósticos anteriores al nacimiento).

El anuncio del nacimiento del primer «bebé medicamento» durante la apertura del debate parlamentario ha provocado declaraciones públicas inútilmente entusiastas, cuando hay elementos graves que deberían alertar a los representantes nacionales sobre la organización de lo que podría calificarse de «manipulación política y mediática» que revela la formación de una especie de lobby de la industria procreativa:

–coincidencia indigna entre las fechas del anuncio mediático del bebé escogido entre varios embriones eliminados (en referencia a la doble selección embrionaria) y las del debate parlamentario;

–mutismo sobre la existencia de métodos alternativos al DPI-HLA (Diagnóstico pre-implantatorio y Antígenos de los Leucocitos Humanos) para curar la beta-talasemia (células sacadas de la sangre del cordón o terapia génica), afección que padece el niño en beneficio del cual se ha practicado la DPI-HLA;

–ausencia de un balance evaluativo de la técnica del DPI-HLA exigido por la ley de 2004 dado su carácter experimental, exigencia recordada por el Consejo de Estado en su informe preparatorio para la revisión de la ley de bioética (informe del 6 de abril de 2009).

Los debates han puesto de manifiesto declaraciones lúcidas y valientes de ciertos diputados de la mayoría a propósito de la detección prenatal de la trisomía 21. Éstas han permitido plantear los términos de la problemática y han hecho admitir la inquietante constatación del mecanismo automático que hoy se da entre la detección de anomalías en los fetos, especialmente la trisomía 21, y el recurso al aborto.

Con todo los debates han sido también una ocasión para escuchar propuestas claramente eugenésicas como las de los diputados Olivier Dussopt (ya denunciadas públicamente) o Jean Louis Touraine, según el cual una mujer no puede participar en un proceso de diagnóstico prenatal si no tiene como objetivo el recurso a un aborto.

2) Refuerza una concepción utilitarista y materialista (disposiciones relativas a la investigación con embriones y la asistencia médica a la procreación)

Algunos artículos consagrados a la supervisión de la asistencia médica a la procreación o a la investigación sobre el embrión humano han agravado la postura utilitarista sobre la vida humana naciente, sobre todo a través de:

–La anulación de la restricción del número de embriones (antes 3) creados por una AMP (Asistencia Médica a la Procreación), medida que había sido objeto de un voto positivo por parte de la Comisión Especial de Bioética, que encarnaba una voluntad política de reducir la importancia preocupante del almacenamiento de embriones sobrantes (más de 150.000).

–El debilitamiento de una de las dos condiciones para derogar el principio de prohibición de la investigación sobre el embrión humano (se pasa de la perspectiva de un «progreso terapéutico» en la ley de 2004 a la de un «progreso médico»), sin justificación científica, sino para responder a las necesidades de la industria de AMP (mejoramiento de las técnicas de AMP a partir de embriones humanos) o farmacéutica (establecimiento de modelos de patologías a partir de embriones humanos).

3) Algunas disposiciones respetuosas de los seres humanos frágiles antes o durante el embarazo.

Se saludan ciertas medidas de progreso propuestas por ciertos diputados:

–renuncia a la inscripción de una prescripción obligatoria de los exámenes de diagnóstico prenatal a toda mujer embarazada,

–proposición de entrega de una lista de asociaciones a las mujeres embarazadas a las que se ha anunciado que su feto podría padecer alguna patología de una «particular gravedad»,

–petición de un informe al Gobierno sobre el estado de la investigación del tratamiento de la trisomía 21.

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ZENIT Staff

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