Fallece Bernard Nathanson, abortista que se volvió pro-vida

Tras perder la lucha contra el cáncer, ha muerto a los 84 años

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NUEVA YORK, martes 22 de febrero de 2011 (ZENIT.org).- El doctor Bernard Nathanson, ginecólogo líder pro-abortista, que cambió su punto de vista sobre el aborto y que después se convirtió al Catolicismo, murió el pasado lunes a la edad de 84.

Una vez líder del movimiento pro-abortista, Nathanson fue el primero en dar un discurso en la Primera Conferencia Nacional sobre las leyes del aborto en 1969, y el mismo año fundó la Asociación Nacional para derogar las leyes del aborto, conocida como NARAL Pro-choice de América.

Nathanson calculó que fue responsable de 75.000 abortos. Él personalmente organizó 5.000 procedimientos, incluido uno para la novia de su propio hijo, antes de cambiar su punto de vista sobre el aborto en los años ‘70.

Nathanson escribió en su autobiografía que el desarrollo de la tecnología de ultrasonido, que le permitía ver imágenes de bebés no nacidos, influyó en su cambio de mentalidad. Pronto se volvió un vehemente activista pro-vida, famoso por su declaración de que el aborto es ”el holocausto más atroz de la historia de Estados Unidos”.

Hizo dos documentales muy influyentes sobre el aborto: “El grito silencioso” (1984) y “El eclipse de la razón” (1987). Escribio “Aborting America” en 1979, año en que él practicó su último aborto, y publicó su autobiografía en 1996, titulada “La mano de Dios: un viaje de la muerte a la vida, por el doctor Aborto que cambió de opinión”.

Nathanson se describió  a sí mismo como un judío ateo, que se convirtió al catolicismo en 1996 con la ayuda del sacerdote John McCloskey del Opus Dei. Fue bautizado ese año por el cardenal John O’Connor en la catedral de San Patricio de Nueva York, en la fiesta de la Inmaculada Concepción.

“Nathanson fue una figura de referencia en el movimiento pro-vida”, dijo el padre McCloskey a ZENIT. ”Su conciencia lo condujo, médico judío y ateo, a admitir la evidencia que muestra científicamente que la vida del niño no nacido lo es desde su concepción, y debe ser protegida desde la concepción hasta su muerte natural”.

“De forma paralela”, añadió, “después de muchos años de investigación recibió el don de la fe católica”.

Lo presentaron al bautismo el ya fallecido padre Richard Neuhaus, el padre Paul Marx y monseñor William Smith. Su madrina fue la activista pro-vida Joan Andrews-Bell.

“Nathanson dedicó el resto de su vida a viajar sin descanso por el mundo para difundir el mensaje pro-vida, sea de manera escrita que oral”, dijo el padre McCloskey. “Creo que su doble conversión se verá como un punto de inflexión en la lucha que nos lleva a un fin definitivo del aborto en Estados Unidos, y esperamos que en el resto mundo”.

Nathanson al morir, deja a su mujer Christine y su hijo.

Por Karna Swanson. Traducción del inglés por Carmen Álvarez

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ZENIT Staff

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