BUENOS AIRES, martes 5 de abril de 2011 (ZENIT.org). “El Santo Padre os anima a intensificar vuestro compromiso formativo para que, siguiendo a Cristo en el camino de la santidad y en estrecha unión con los pastores, llevéis el fermento del Evangelio a todos los corazones y a todos los sectores de la sociedad, del mundo del trabajo, de la política, de la cultura, y en las familias”.
Con estas palabras Benedicto XVI se ha dirigido con un mensaje a la Acción Católica Argentina (ACA) que celebra hoy los ochenta años desde su fundación.
El 5 de abril de 1931, de hecho, los obispos argentinos publicaron una carta pastoral en la que declaraban que “desde esta fecha se instituye oficialmente en nuestro amado país la providencial organización general de las energías apostólicas del pueblo cristiano que se conoce con el nombre de Acción Católica» y promulgaba los primeros estatutos.
Hoy ACA tiene 30.000 socios, niños, jóvenes y adultos, y está presente en 850 comunidades parroquiales en todas las provincias argentinas.
“El gran servicio del ACA – explicó Emilio Inzaurraga, presidente nacional de la asociación desde 2009 – es la evangelización en sentido amplio y, en consecuencia, muchos movimientos civiles eclesiales nacieron de sus filas, para responder a un abanico cada vez más complejo de necesidades sociales”.
Teniendo como prioridad “la erradicación de la pobreza y el desarrollo integral de cada persona”, la asociación promueve la campaña «La pobreza duele. Construyamos una nación sin excluidos”, a través de la cual “dar varios servicios concretos en las diversas comunidades, como también poner en primer plano en la agenda social y pública este grito de justicia y de equidad que sube desde nuestros hermanos en estado de necesidad, cuidando de la vida en todas sus etapas”.
A nivel político, desde hace ocho años el ACA contribuye a mejorar el nivel de participación de los ciudadanos y la renovación de la clase dirigente, a través del Instituto de formación política, apoyado por la Universidad Católica Argentina (UCA), por la Universidad de Salta y Córdoba y por las Universidades nacionales de La Matanza, Chaco Austral y del Nordeste. El Instituto tiene siete sedes en Argentina, y ha sido declarado de interés normativo por parte de la Cámara de los Diputados.
Desde hace nueve años, en colaboración con la Asociación Juvenil Cristiana (YMCA), además, ACA lleva adelante un concurso de Youth Business Management «Expectativas de desarrollo», que atrae a más de 14.000 estudiantes y 700 profesores de escuelas secundarias de todo el país. Como también el concurso de expresión plástica artística «Educar a la Paz», con la participación de unos 12.000 estudiantes de todos los niveles y con habilidades distintas.
“A todo esto – explicó Inzaurraga – se añade su tarea permanente de formación de niños, jóvenes y adultos en las parroquias, como también el cuidado de comedores comunitarios y la asistencia a domicilio”.
Para hoy, el Consejo nacional ha invitado a todos los consejos y las comunidades de la asociación a celebrar, cada uno en su propia sede, una misa de acción de gracias: “un modo – subrayó el presidente nacional – para ‘encontrarse’ como una familia , unidos en el agradecimiento y en la vocación común”.
Los responsables nacionales se encontrarán el la sede nacional de Buenos Aires, a las 20,00 horas, para participar en una celebración eucarística presidida por el asistente nacional y obispo de Concordia, monseñor Luis Collazuol.
Al final se entronizará una reliquia del beato Manuel Lozano Garrido, conocido por todos como “Lolo”, tras la beatificación celebrada el año pasado en Linares, donde nació este periodista y miembro de Acción Católica en España.
En coincidencia, además, con la Asamblea nacional del ACA, que reúne a los presidentes y los representantes diocesanos al menos una vez al año, el sábado 28 de mayo, en la catedral metropolitana, el cardenal Jorge Bergoglio presidirá una celebración eucarística invitando a todos los dirigentes, los responsables y los amigos de la Asociación con los cuales “presentaremos ante el altar del Señor las fatigas y el trabajo durante estos 80 años en nuestra patria».
Por Chiara Santomiero