CIUDAD DEL VATICANO, martes 31 de mayo de 2011 (ZENIT.org).- Benedicto XVI destacó que la Palabra de Dios consuela y cambia a los creyentes, individualmente y en comunidad.

Lo hizo en su discurso dirigido este lunes al tercer grupo de obispos de India, recibidos estos días en el Vaticano, en audiencias separadas, con motivo de su visita ad limina.

“La Palabra de Dios, no sólo consuela sino que también cambia a los creyentes, individualmente y en comunidad, para avanzar en la justicia, reconciliación y la paz entre ellos mismos y la totalidad de la sociedad”, indicó.

Refiriéndose en concreto a las familias de las diócesis indias, destacó que son “iglesias domésticas”, “ejemplos del amor mutuo, respeto y apoyo que debe animar las relaciones humanas en todos sus ámbitos”.

“En la medida en que estos no descuiden la oración, mediten las Escrituras, y participen plenamente en la vida sacramental de la Iglesia, ayudarán a alimentar este “amor incondicional” entre ellos y en la vida de sus parroquias, y serán fuente de una gran bien para la comunidad en general”, afirmó.

Durante su visita, los obispos de India transmitieron al Papa los grandes retos que amenazan con minar la unidad, la armonía y la santidad de la familia, y el trabajo que debe hacerse para construir una cultura de respeto al matrimonio y a la vida familiar.

Como respuesta, Benedicto XVI apuntó la importancia de las catequesis, especialmente las prematrimoniales.

“Una catequesis profunda que invite, especialmente a aquellos que se preparan para el matrimonio, alimentará en gran medida la fe de las familias cristianas y los asistirá para que puedan dar un testimonio vivo y vibrante de la sabiduría ancestral de la Iglesia con respecto al matrimonio, la familia y el uso responsable del don de Dios que es la sexualidad”, dijo.

Por otra parte, el Pontífice señaló que “entre las responsabilidades más importantes de los obispos, la proclamación del Evangelio prevalece”.

Y destacó que es una fuente de satisfacción que la proclamación de la Palabra de Dios produzca un rico fruto espiritual en las Iglesias locales de la India.

En especial valoró “la diseminación de pequeñas comunidades cristianas en las que los fieles se reúnen para rezar, meditar las Escrituras y apoyarse fraternalmente”.

Benedicto XVI animó a los obispos de la India a “asegurar que la plenitud de la Palabra de Dios que nos llega a través de las Sagradas Escrituras y la tradición apostólica de la Iglesia, se ponga a disposición de aquellos que buscan profundizar su conocimiento y amor al Señor y la obediencia a su voluntad”.

“Cada esfuerzo debe hacer hincapié en que cada individuo o grupo de oración, por su misma naturaleza, nace y vuelve a la fuente de la gracia que se encuentra en los sacramentos de la Iglesia y en su vida litúrgica entera”, añadió.

Valoró las “semillas de la Palabra de Dios” que se siembran actualmente en la India y destacó “los impresionantes signos de la caridad de la Iglesia en muchos ámbitos o actividades sociales, un servicio que está a cargo de sus sacerdotes y religiosos”.

En concreto se refirió a las escuelas, agencias para la promoción de microcréditos, clínicas, orfanatos, hospitales e “innumerables proyectos cuyo objetivo es la promoción de la dignidad humana y del bienestar, asistiendo a los más pobres y a los más débiles, a los marginados y a los mayores, los abandonados y los sufrientes, ayudándolos a todos”.

Y añadió: “Que los fieles a Cristo de India sigan asistiendo a aquellos que están en necesidad de las comunidades que los rodean, sin distinción”.