CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 13 de abril de 2011 (ZENIT.org).- El cierre europeo de fronteras ante la oleada de inmigrantes y refugiados provocados por los conflictos y la crisis social que viven varios países del norte de África ha decepcionado a la Santa Sede.
El cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado de Benedicto XVI, manifestó este martes su decepción en un encuentro público, y sus palabras han quedado ahora recogidas por la edición italiana del 14 de abril de «L’Osservatore Romano».
«No hay duda de que Europa ha decepcionado profundamente» en esta emergencia, ha afirmado el purpurado italiano. «Europa ha perdido su espíritu profundo, un espíritu de gran solidaridad ante todo entre los pueblos de Europa y después entre los demás pueblos. Pensemos en África, de la que tanto ha abusado: parece que Europa le ha dado la espalda».
Los ataques aéreos contra el régimen de Libia, promovidos entre otros por estados europeos, han provocado la huida por tierra de ese país de 500 mil personas, según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). Decenas de miles de personas se han echado al mar para llegar a Italia o Malta.
Según el ACNUR, se teme que en la travesía entre África y Europa, desde hace dos semanas, hayan perdido la vida 800 emigrantes. Además de los 250 fallecidos en el naufragio del 6 de abril, en el Canal de Sicilia, no se sabe nada de 560 personas que se echaron a la mar en tres barcazas que nunca han llegado a su destino.
A pesar de esta emergencia, Francia y otros países europeos han impedido el paso de estos refugiados e inmigrantes desde Italia, dejando a este país la gestión de la crisis.
«Queremos alzar la voz para que esta Europa vuelva a encontrar su alma, un alma de gran solidaridad y generosidad con estas poblaciones que afrontan la emergencia y grandes necesidades. Y querríamos que no deje sola a Italia», concluye el cardenal Bertone.