ROMA, domingo 17 de abril de 2011 (ZENIT.org).- El via crucis de bronce más grande del mundo se encuentra expuesto en Roma en la ‘Via della Conciliazione’, la avenida que lleva desde ‘Castel Sant’Angelo’ hasta la basílica de San Pedro.
Son 49 estatuas expuestas en 14 estaciones, con grupos no superiores a cuatro personajes de tamaño levemente mayor que el natural.
Quien encargó la obra aquí en Italia es la municipalidad de la ciudad chilena de Coquimbo y antes de llevársela la ha prestado a Roma para exponerla durante el período de cuaresma y pascua.
Los dos artistas que le dieron expresión a las estatuas son los italianos Pasquale Nava y Giuseppe Allamprese, quienes iniciaron con los esbozos de las figuras para pasar a la escultura en arcilla, respetando la descripción de la Pasión indicada en los evangelios.
De hecho, más allá de ser una obra de bronce única por sus proporciones, lo que impresiona es la expresividad de los rostros y gestos, los cuales tocan el corazón de los pasantes.
Pero no menos increíble es la idea que un proyecto con un costo superior a los 800 mil euros –según medios locales– no haya nacido en una rica capital de Occidente sino en el municipio de la ciudad portuaria de Coquimbo.
Allí el via crucis será puesto en el cerro El Vigía, apiñado de casas precarias y en donde se levanta ‘la Cruz del Tercer Milenio’.
De hecho, Coquimbo con esta cruz de 93 metros de altura realizada con motivo del Jubileo del 2000, había llamado la atención. El proyecto había sido presentado a Juan Pablo II el año anterior por el alcalde de dicha ciudad.
Antes de comisionar en Italia la realización del via crucis, en Coquimbo se realizó una consulta popular que obtuvo el consenso del 60 por ciento de la poblaciones y la participación de las fuerzas vivas como las organizaciones sociales y juntas vecinales.
“Lo ha encargado la municipalidad de la ciudad de Coquimbo con la colaboración de la Fundación Cruz del III milenio” explicó a Zenit el portavoz de la Domus Dei, Mariella Valdiserri, recordando que “ellos siguieron paso a paso la realización de la obra, desde los primeros esbozos dibujados en el 2002 hasta la conclusión de la misma”.
“Los bocetos del via crucis fueron aprobados personalmente por el cardenal Jorge Medina, entonces prefecto de la Congregación del Culto Divino y de la Disciplina de los Sacramentos” añadió el padre Ramón Bravo, un sacerdote que está concluyendo la tesis doctoral en Roma, que fue el consultor para la municipalidad de Coquimbo cuando se realizó la Cruz del Tercer Milenio y ahora tuvo un rol fundamental en la coordinación de la obra.
Las primeras estatuas fueron fundidas en el 2006 y ahora se llega a la conclusión de la obra con las últimas estatuas de la XV estación, las cuales están siendo terminadas. En total las 33 toneladas de bronce serán 53 estatuas de las cuales la del Cristo Resucitado ya está en Chile.
“Además de los artistas –explicó Valdiserri– hay una serie de fases para lograr a realizare las estatuas de bronce con el sistema llamado a la cera perdida: modelado, cera, fusión, terminado, pátina, una serie de operaciones realizadas por los técnicos de la Domus Dei”. Las estatuas originales en creta al realizar el primer molde se pierden irremediablemente, por lo tanto cada obra es única.
El via crucis fue presentado el 9 de marzo en la Radio Vaticano por el alcalde Roma Gianni Alemanno y su colega chileno Oscar Pereira Tapia, y contó con la presencia de los cardenales Dario Castrillón Hoyos y Velacio De Paoli.
La exposición del via crucis en cambio fue abierta el 13 de marzo por el cardenal Francesco Monterici, archiprete de la basílica de San Paolo con la presencia del embajador de Chile ante la Santa Sede, Fernando Zegers Santa Cruz, del alcalde de Coquimbo, del diputado Pedro Velásquez y de otras autoridades.
La obra estará en Roma hasta el 29 de abril cuando será embarcada en Livorno hacia Chile, donde se inaugurará el via crucis en el 2012.
“Es un recorrido preparatorio en el tiempo de cuaresma antes de llegar al Vaticano, el corazón de la cristiandad” indicó Rosa Scanella, la portavoz de la empresa Domus Dei, que realizó la obra maestra.
Dicha sociedad que pertenece a la congregación de las Pías Discipulas del Divino Maestro, un ramo de las Paulinas.
“Déjenlo aquí en Roma, pide mucha gente” explica Scannella, precisando que “es un deseo reiterado por muchas personas a quienes atienden nuestro stand situado cerca de la via sacra, cuando saben que dejará la Ciudad Eterna para ir a Chile”.