JAKARTA, jueves 16 de junio de 2011 (ZENIT.org).- Desde el año 2006, ha habido más de 200 ataques a iglesias en Indonesia, pero al presidente se le considera “bastante reticente” a proteger a la minoría cristiana del país.
Theophilus Bela, presidente del foro comunitario Jakarta Christian, habló sobre este problema con la organización caritativa internacional Ayuda a la Iglesia Necesitada.
Bela destacó que en los cinco primeros meses de este año ha habido 14 ataques a iglesias y en todo el 2010, 46.
Él culpa a la Administración del presidente Susilo Bambang Yudhoyono de no hacer lo suficiente para enfrentar la violencia islamista anticristiana.
“El presidente Yudhoyono duerme si hay un ataque a las iglesias cristianas”, dijo Bela. “Si el presidente duerme, la policía hace lo mismo”.
Yudhoyono llegó a la presidencia del país en 2004; desde entonces ha habido 286 ataques a iglesias, más que en ningún otro periodo excepto durante el levantamiento político en el país a finales de los 90 del siglo XX.
“El señor Yudhoyono da la impresión de ser bastante reticente a proteger a los cristianos”, afirmó.
Según Bela, los 28 millones y medio de cristianos siguen siendo el grupo religioso más perseguido del país.
En Indonesia, sólo un 3% de la población es católica y alrededor de un 6%, protestante. La mayoría, un 86% son musulmanes.
Sobre el aumento a largo plazo de los ataques extremistas contra cristianos, Bela explicó que los musulmanes establecidos en ciudades reaccionaron mal a la llegada de cristianos procedentes de áreas rurales en busca de empleos creados por la inversión del Gobierno en fábricas y otros negocios en las ciudades.
Además destacó que los extremistas también estaban enfurecidos por los procesos judiciales contra Abu Bakar Bashir, que supuestamente había planeado ataques a iglesias.
Sin embargo, las iglesias continúan llenas, explicó Bela.
“Los cristianos no tenemos miedo porque también somos ciudadanos de este país, como otros grupos de nuestra sociedad”, señaló.
Y añadió: “Nuestro país se basa en una ideología pluralista… y no tenemos una religión de Estado en nuestro país”.