MADRID, miércoles 22 de junio de 2011 (ZENIT.org).- El Proyecto de Ley Reguladora de los Derechos de la persona ante el proceso final de la vida podría suponer una legalización encubierta de prácticas eutanásicas, adviertieron los obispos de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Española (CEE).

El comunicado final de su última reunión, celebrada los días 21 y 22 de junio, indica que “el propio concepto de dignidad humana queda negativamente afectado” en el proyecto.

“Una concepción de la autonomía de la persona, como prácticamente absoluta, y el peso que se le da a tal autonomía en el desarrollo de la Ley acaban por desvirtuar la intención declarada y por sobrepasar el límite propuesto de no dar cabida a la eutanasia”, destacan los prelados.

El texto legal señala su intención de proteger la dignidad de la personal al final de la vida sin despenalizar la eutanasia.

Pero los obispos consideran que “parece sostenerse implícitamente que una vida humana podría carecer de dignidad tutelable en el momento en el que así lo dispusiera autónomamente la parte interesada e incluso eventualmente un tercero”.

Los obispos han estudiado este proyecto de ley y han aprobado una amplia Declaración que se publicará el próximo lunes día 27 de junio.

El texto de los obispos, que lleva por título Declaración con motivo del “Proyecto de Ley Reguladora de los derechos de la persona ante el proceso final de la vida”, advierte que el Proyecto de Ley emplea una definición reductiva del concepto de eutanasia.

Con ella, advierten los prelados, se deja la puerta abierta a ciertas omisiones voluntarias que pueden causar la muerte o que buscan de modo directo su aceleración.

Entre las conductas eutanásicas a las que se daría cobertura legal, los obispos indican la posible sedación inadecuada, el abandono terapéutico o la omisión de los cuidados debidos.

La Declaración episcopal se muestra crítica con el trato que recibe en el texto el derecho humano fundamental de libertad religiosa, con el hecho de que los profesionales de la sanidad queden prácticamente reducidos a ejecutores de la voluntad de los pacientes y con que no les sea reconocido el derecho a la objeción de conciencia.

Además, los obispos vuelven a proponer un modelo de Testamento Vital, acorde con la Doctrina Católica, que es una redacción actualizada del que ya ofreció en su momento la Conferencia Episcopal Española.

Y reiteran que “la vida de cada persona es sagrada, también cuando es débil, sufriente o se encuentra al final de su tiempo en la tierra” y que “las leyes han de proteger siempre su dignidad y garantizar su cuidado”.

Por otra parte, la Comisión Permanente ha comenzado el trabajo para elaborar un nuevo Plan Pastoral de la Conferencia Episcopal, que previsiblemente se desarrollará en el amplio marco de la nueva evangelización.

La redacción se llevará a cabo en el próximo otoño para que puedan incluirse las enseñanzas del Santo Padre durante la Jornada Mundial de la Juventud.

Además, la Permanente ha aprobado un donativo de 500.000 euros, con posibilidad de una nueva concesión en otoño, para la diócesis de Cartagena como ayuda a la reconstrucción de las iglesias de Lorca, que se vieron gravemente dañadas por el terremoto del pasado 11 de mayo.