DAX, jueves 16 de junio de 2011 (ZENIT.org).– El prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, el cardenal Angelo Amato, presidirá la beatificación de sor Margarita Rutan, Hija de la caridad de san Vicente de Paúl, este domingo 19 de junio en la ciudad de Dax.
La diócesis, situada en el suroeste de Francia, dedicará tres días de fiesta al acontecimiento, del 18 al 20 de junio.
Los fieles podrán seguir un recorrido tras los pasos de Marguerite Rutan por la ciudad de Dax, así como ver una obra de teatro sobre la vida de la nueva beata, “Marguerite Rutan, una nueva flor abierta para nosotros bajo un cielo más bello”.
Este sábado 18 de junio por la tarde se celebrará una vigilia de oración en la catedral con el cardenal Amato, obispos, Hijas de la caridad, miembros de la Familia Vicenciana y peregrinos.
Tras más de cien años de procesos, la beatificación se celebrará el domingo 19 de junio a las tres de la tarde en Les arènes de Dax.
El obispo de Aire y Dax, monseñor Philippe Breton, presidirá la primera misa en honor a la beata el lunes 20 de junio, con la participación de la Familia Vicenciana y de la diócesis.
Pionera de la acción social
Margarita Rutan nació en Metz en 1736. Fue la octava de quince hermanos. Su padre era tallador de piedra, maestro albañil y arquitecto. Su madre, profundamente cristiana, proporcionó a cada uno de sus hijos una educación religiosa seria y el ejemplo de una vida entregada.
En 1757, a la edad de 21 años, empezó su noviciado en la casa madre de las Hijas de la caridad en París.
En 1779, tomó, como superiora, la dirección de un hospital en Dax y rápidamente se convirtió en una pionera de la acción social, con la apertura de una escuela, la acogida de niñas abandonadas,…
Al llegar el período del Terror, las monjas del hospital quedaron encarceladas en el convento de Carmas transformado en cárcel para mujeres, mientras el de Capuchinos servía de cárcel para hombres y el palacio episcopal, de tribunal revolucionario, presidido por Pinet.
En 1792, las religiosas fueron acusadas de robo y en 1793, la hermana Rutan finalmente denunciada y encarcelada la víspera de Navidad.
Fue condenada a muerte por el tribunal revolucionario el 9 de abril de 1794 y guillotinada el mismo día por no abjurar de su fe.
Un año más tarde, el Directorio lamentó que esa mujer fuera “sacrificada de una forma inhumana por motivos cuya prueba está todavía por adquirir”.