CLOYNE, jueves 14 de julio de 2011 (ZENIT.org).- La misma Comisión “Murphy” que sacó a la luz tres informes en los que documentaba los casos de abusos sexuales en Irlanda, ha hecho público un cuarto informe, esta vez sobre el encubrimiento de casos de abusos sexuales en la diócesis de Cloyne.
En el informe, que se hizo público ayer miércoles, se demuestra que monseñor John Magee, obispo de Cloyne, que dimitió en 2010, ignoró las directrices sobre normas de protección infantil de 1996 de la Conferencia Episcopal Irlandesa, al no informar sobre al menos nueve de 15 denuncias sobre abusos sexuales, incluso de hace tres años.
El informe, de más de 400 páginas, elaborado por la jueza Yvonne Murphy, que investigó acusaciones contra 19 sacerdotes, se completó a finales del año pasado. El informe se refiere al periodo desde 1996 hasta 2009.
En él se revela que el obispo delegaba todas las causas a monseñor Denis O'Callaghan, quien ocultó todos los documentos sobre casos de abuso “en su casa”. El clérigo admitió voluntariamente que estaba más preocupado por el cuidado pastoral de los sacerdotes que del de las víctimas.
“Acepto en su totalidad el punto de vista de la comisión de que la principal responsabilidad de la falta de implementación de los procedimientos de la Iglesia en la diócesis recaen sobre mí”, afirmó monseñor Magee a la prensa.
En 2010, Benedicto XVI aceptó la renuncia de monseñor Magee del gobierno pastoral de la diócesis de Cloyne (ver www.zenit.org/article-34769?l=spanish). Desde 2009, el obispo había estado implicado en la investigación del encubrimiento de casos de abusos sexuales.
Monseñor Dermot Clifford, arzobispo de Cashel and Emly, fue nombrado administrador de la diócesis.
Graves errores
El cardenal Seán Brady, arzobispo de Armagh y Primado de Irlanda dijo, en un comunicado hecho público por la Conferencia Episcopal, que el Informe Cloyne "representa otro día negro en la historia de la respuesta de los líderes eclesiales al grito de los niños que han sufrido abusos por parte de personal de la Iglesia".
"Los hallazgos de este informe confirman que se cometieron graves errores de juicio y serios fallos de liderazgo”, afirmó. “Esto es deplorable y totalmente inaceptable".
El cardenal Brady, que es también presidente de la Conferencia Episcopal Irlandesa, afirmó que los “serios errores” de la diócesis de Cloyne fueron investigados primero, en el año 2008, por la Comisión Nacional eclesial para la seguridad de los niños en la Iglesia católica.
“Felicito a la Comisión por su determinación en llevar a cabo el mandado que le fue dado dediseñar y supervisar la aplicación de mejores prácticas de protección de los niños en toda la Iglesia”, afirmó. “Un aspecto positivo que se desprende el informe de la jueza Murphy, es la confirmación de que las estructuras establecidas por la Iglesia para revisar y rendir cuentas ha probado que trabaja de modo efectivo".
El cardenal reiteró que la conferencia episcopal ha trabajado para crear un “ambiente para los niños que sea totalmente diferente de que existía en el pasado”. Observó que la práctica estándar es que todas las acusaciones de abuso sean remitidas a las autoridades, y que “personal de seguridad” se prepare y esté presente en cada una de las 1.386 parroquias de la isla".
El informe Cloyne, añadió el cardenal Brady, "muestra una vez más la necesidad de vigilancia continua y plena cooperación con las autoridades civiles, y la Comisión Nacional, en el área crítica de la protección de los niños".
El purpurado también declaró su apoyo a una legislación que haga obligatorio informar sobre acusaciones de abuso sexual hacia niños a las autoridades.
El cardenal pidió oraciones por “todos aquellos que han sufrido, y siguen sufriendo, como consecuencia de abusos”, y recordó el trabajo de la Iglesia para proporcionar apoyo a las víctimas a través de la iniciativa recientemente puesta en marcha, Towards Healing (Hacia la Curación).
Towards Healing proporciona consulta telefónica y un servicio de referencia de consultoría y psicoterapia para las personas que han sufrido abusos físicos, emocionales o sexuales cuando eran niños, por parte de personas que trabajan en la Iglesia católica en Irlanda.
Petición de perdón
Monseñor Clifford, arzobispo de Cashel y administrador apostólico de Cloyne, aceptó los resultados del informe, y dio las gracias a la comisión por “haber investigado a fondo".
"Esta es la primera vez que los supervivientes de abusos sexuales en la diócesis de Cloyne han tenido una oportunidad para que sus historias se escuchasen públicamente”, afirmó.
"Pido humildemente perdón en mi nombre, como administrador de la diócesis, y en nombre de su clero, a todos los que han sufrido y a sus familias”, declaró el arzobispo. “Estoy horrorizado por la profundidad de los daños y los sufrimientos causados por una minoría del clero de la diócesis, como se señala en este informe”.
"Gran dolor ha causado también a las familias de las víctimas de abusos, cuya fuerte relación con la Iglesia católica fue, en muchos casos, dañada o destruida".
El arzobispo lamentó el hecho de que “los procedimientos puestos en marcha en la Iglesia para afrontar las acusaciones de abusos sexuales a menores” no fuesen seguidos. “Esto significa que las autoridades eclesiales en Cloyne les fallaron a las víctimas de los abusos, al no asumir sus compromisos cuando afrontaban las quejas", dijo.
"Desde mi nombramiento como administrador apostólico de la diócesis de Cloyne en marzo de 2009," añadió el prelado, “ha sido parte de mi tarea asegurar que se han seguido los procedimientos adecuados en todas y cada una de las acusaciones por abusos sexuales a menores"
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El informe puede leerse en: www.justice.ie/en/JELR/Pages/Cloyne_Rpt