NAIPYIDÓ, jueves 14 de julio de 2011 (ZENIT.org).– Los obispos han prohibido a cuatro diócesis de Birmania enviar delegados a la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) que se celebrará en Madrid del 16 al 21 de agosto.
La razón que justifica esta medida es que varios delegados birmanos desertaron durante la JMJ de 2008 en Sydney, pidiendo asilo político al llegar a Australia, informa Eglises d’Asie, la agencia de las Misiones extranjeras de París.
La prohibición la han realizado los mismos obispos, según el director de la comisión nacional de la juventud católica, el padre Gérald Pho Khwa.
Cinco jóvenes originarios de las diócesis de Hakha, Kalay y Banmaw no regresaron a Birmania después de la JMJ de Australia, mientras que un sexto, originario de la diócesis de Myitkyina pidió inicialmente asilo y después cambió de opinión y volvió a su país.
Este año, en cada diócesis, el obispo y el director de la comisión de la juventud han recibido la petición de garantizar que sus jóvenes delegados no desaparecerán durante la celebración de la JMJ.
El director nacional de la juventud católica dijo que espera que los delegados afectados comprendan esta decisión, porque la reputación de la Iglesia y el futuro de los jóvenes está en juego.
Además, añadió que los jóvenes dirigentes que representan a cada diócesis deben probar su celo y estar dispuestos a trabajar por la Iglesia y por su desarrollo haciendo un buen uso de su participación en los encuentros internacionales.
Sin embargo, esta prohibición ha sido criticada por algunas personas implicadas en este acontecimiento.
El responsable de juventud de la diócesis de Myitkyina, Anthony Htoi San Aung, considera muy injusta esta prohibición.
En su opinión, recogida por la agencia Ucanews, los dirigentes de la Iglesia deberían haber examinado el problema y encontrado una solución diferente a las sanciones.
La secretaria de la comisión de la juventud en la diócesis de Pathein, Brigitte Su Thet Wei, joven de 23 años, opina que esta decisión es lamentable pero sin embargo comprensible.
“Lo siento por los delegados que no tendrán la oportunidad de ir a Madrid -declaró-, pero no podemos garantizar que no imitarán a los que desertaron en Australia”.