CIUDAD DEL VATICANO, martes 19 de julio de 2011 (ZENIT.org).- El Consejo de Administración de la Fundación “Populorum Progressio”, organismo querido por Juan Pablo II para ayudar a Latinoamérica, está celebrando desde hoy hasta el 22 de julio su encuentro anual en Belém do Pará (Brasil).
Un comunicado del Consejo Pontificio “Cor Unum”, al cual pertenece la Fundación desde su nacimiento, en 1992, informa de que la reunión se realiza en el Monasterio de la Transfiguración de Castanhal.
Como cada año, recuerda la nota, los prelados que forman parte del Consejo de Administración “están llamados a deliberar sobre la financiación de proyectos en favor de las comunidades agrícolas, indígenas, mestizas y afroamericanas de América Latina y del Caribe”.
Son miembros del Consejo el cardenal Robert Sarah, presidente de la Fundación ya que es presidente de “Cor Unum”, el cardenal Juan Sandoval Íñiguez, arzobispo de Guadalajara (México) y presidente del Consejo; monseñor Edmundo Luis Flavio Abastoflor Montero, arzobispo de La Paz (Bolivia); monseñor Alberto Taveira Corrêa, arzobispo de Belém do Pará (Brasil); monseñor Antonio Arregui Yarza, arzobispo de Guayaquil (Ecuador); monseñor José Luis Astigarraga Lizarralde, Vicario Apostólico de Yurimaguas (Perú); monseñor Óscar Urbina Ortega, arzobispo de Villavicencio (Colombia); monseñor Segundo Tejado Muñoz, Representante del Consejo Pontificio “Cor Unum”.La Fundación recibe los fondos para financiar los proyectos sobre todo por el Comité, para las intervenciones caritativas a favor de los países del Tercer Mundo, de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI).
El Consejo de Administración de la Fundación celebra tradicionalmente su propia reunión anual en un país de la América Latina para conocer mejor la realidad y para compartir las actividades realizadas en las iglesias particulares.
Ya que este años el evento se da en Brasil, indica la nota vaticana, “se dedicará especial atención a la situación de los indígenas, numerosos en el país, y a esas franjas de población que están en condiciones de mayor pobreza”.
Particular importancia tendrán además las indicaciones pastorales ya acogidas por la Fundación y provenientes del Documento conclusivo de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, que se desarrolló en Aparecida (Brasil) en 2007.
Hoy, el Consejo analiza la situación socio-político y eclesial de los varios países latinoamericanos, para encuadrar mejor las necesidades a las que los proyectos financiados por la Fundación pretenden responder. Se ha realizado una solemne celebración en la nueva catedral de Castanhal, por invitación del obispo, monseñor Carlos Verzeletti.
El 20 y el 21 de julio se examinarán detalladamente y serán aprobados los proyectos individuales presentados por los obispos de los diferentes países.
Este años se han presentado 216 proyectos, por un valor de 2.980.470 dólares estadounidenses, por parte de 19 países. Los países que más han presentado son Colombia (50), Brasil (43), Perú (23), Ecuador (18) y El Salvador (13).
El documento vaticano destaca que “se espera que se pongan sobre la mesa proyectos de los países donde viven comunidades indígenas en situaciones de marginación, particularmente difíciles, en los alrededores de las grandes metrópolis latinoamericanas, como también en zonas inaccesibles o de difícil acceso”.
Estas iniciativas, añade la nota “servirán para responder a las necesidades de los distintos sectores: producción (agrícola y ganadera, artesanal, microempresas); infraestructuras comunitarias (agua potable, letrinas, salones comunitarios; educación (formación, material escolar, publicaciones); sanidad (campañas de prevención, material médico para los dispensarios); construcción (centros educativos y sanitarios)”.