PAYATAS, martes 11 de octubre de 2011 (ZENIT.org).- El pasado 5 de Octubre, los Hijos de Don Orione de las Filipinas celebraron los veinte años de la llegada de los primeros misioneros. Dando inicio a dicha celebración con una misa de acción de gracias en la capilla St. Benedict donde se encuentra la tumba del padre Luigi Piccoli, primer cura párroco de Payatas.
La gran familia orionita –informa a ZENIT Facundo Mela, de la Obra de Don Orione- se reunió para dar gracias por los veinte años de trabajo misionero. Nadie estuvo ausente, todos quisieron compartir este gran evento: los religiosos, los seminaristas, la gente de Payatas, los chicos del Cottolengo, las hermanas, benefactores y amigos.
Una fiesta que sólo se puede comprender mirando la historia. Un momento para agradecer por las gracias recibidas y por todo el trabajo llevado a cabo, recordando especialmente aquellos religiosos que dieron su vida por esta misión: el padre Luigi Piccoli (1952-1994) y el padre Angelo Falardi (1957-1997).
En su homilía, el padre Orlando Norniella, párroco de Payatas, decía: “Nuestra presencia es una obra de la Providencia, por eso los invito a que veamos el paso de la Providencia durante estos veinte años”.
En la acción de gracias, el padre Facundo Mela leyó un saludo del padre Oreste Ferrari, misionero en India, y miembro del primer grupo de misioneros en Payatas.
El hermano Eucenei De Souza, coordinador de Filipinas, agradeció todo el trabajo realizado, e invitó a mirar al futuro con fe y esperanza.
En febrero de 1991, los padre Giuseppe Masiero, Angelo Mugnai y Oreste Ferrari se reunieron con el cardenal Jaime Sin, arzobispo de Manila, quien sabiendo que querían trabajar en una zona pobre, les dijo: “¿Quieren trabajar con los pobres? Yo tengo un lugar especial para ustedes: Payatas”.
Visitaron la zona que era una tierra verdaderamente orionita. Luego de aceptar esta nueva misión, se reunieron con algunos sacerdotes que trabajaban en Payatas y comenzaron los preparativos necesarios para la nueva misión.
El 5 de octubre de 1991, los primeros orionitas llegaron a Filipinas: el padre Luigi Piccoli, el padre Oreste Ferrari y dos laicos, acompañados del padre Angelo Mugnai, comenzando un nuevo capítulo misionero de la congregación. Su desafío: aprender el tagalog, conocer la cultura filipina y organizar la pastoral.
Mientras tanto, la comunidad vivía en Fillinvest, un barrio vecino, ya que aún no había una casa para la comunidad.
El 12 de enero de 1992, el cardenal Sin creó la nueva parroquia Mother of Divine Providence, asumiendo como primer párroco el padre Luigi Piccoli.
Tras comenzar la actividad pastoral el 12 de julio de 1992, la comunidad se mudó a Payatas y en noviembre de ese mismo año comenzó la primera obra de caridad: un centro de día para niños de la capilla Sagrada Familia.
Los años siguientes fueron de crecimiento y fortalecimiento. Llegaron nuevos misioneros y se multiplicaron las actividades pastorales y asistenciales: el orfanato en Payatas, los primeros aspirantes filipinos, los comedores infantiles, el programa de ahorro, el Cottolengo Filipino, la comunidad de Montalbán, el noviciado, los programas educativos, los dispensarios médicos, la llegada de las hermanas, la creación del PAOFI, la ordenación del primer sacerdote filipino y recientemente la tercera comunidad en Lucena.
La fiesta también es un punto de llegada y de partida para la familia orionita de las Filipinas.
Un punto de llegada, porque se pueden ver los frutos de veinte años de trabajo pastoral y asistencial. Una presencia que crece y que ya tiene un rostro, corazón y sentir filipino.
Y un punto de partida, ya que esta celebración –afirma el padre Facundo Mela- “nos lanza a continuar ofreciendo el carisma orionita al pueblo filipino”.
“La Divina Providencia –concluye- en su designio de amor le dio a los Hijos de Don Orione la posibilidad de realizar el sueño del Fundador, por eso pasalamatan natin ang Diyos sa Kanyang mga biyaya at mga pagpapala! (¡Demos gracias a Dios por las gracias y bendiciones!).