CIUDAD DEL VATICANO, martes 18 de octubre de 2011 (ZENIT.org).- El próximo encuentro ecuménico de reflexión, diálogo y oración por la paz y la justicia en el mundo que se celebrará en Asís el 27 de octubre se centrará en el tema de la peregrinación.
La celebración, a los 25 años de la primera edición convocada por Juan Pablo II, fue presentada este martes en la Oficina de Información de la Santa Sede.
La peregrinación se simbolizará a través de la procesión de 176 representantes de diversas religiones a la plaza de San Francisco y se tratará en la oración que los participantes realizarán de manera privada.
En el encuentro, titulado Peregrinos de la verdad, peregrinos de la paz, tendrán lugar un diálogo y una oración que respetarán la identidad de cada individuo evitando caer en el sincretismo.
Lo dijo en la rueda de prensa el presidente del Consejo Pontificio Justicia y Paz, el cardenal Peter Kodwo Appiah Turkson.
“Una de las críticas a la primera Asís de Juan Pablo II fue precisamente la proposición de sincretismo”, afirmó el cardenal Turkson.
Para evitar este concepto equívoco en el encuentro, “se ha querido respetar la identidad de cada uno de los participantes” y “cada uno rezará como cree”, precisó el purpurado.
Participación y solemnidad
Además de los católicos, budistas, hinduistas, musulmanes, sintoístas y otros representantes de las diversas tradiciones religiosas, el encuentro contará también con la participación de algunos no creyentes, ligada a la iniciativa El atrio de los gentiles.
Respecto a los musulmanes, tendrán una mayor presencia que en encuentros anteriores, a pesar de la congelación de las relaciones con la universidad de Al Azhar de El Cairo, tras el requerimiento del Papa de proteger a los cristianos coptos que sufrieron un atentado la noche de Navidad.
En Asís, los dirigentes de las delegaciones que saldrán al escenario con el Papa recibirán, en la plaza de San Francisco, al final de la Jornada, una lámpara que encenderán juntos.
El cardenal Turkson recordó la voluntad de “Benedicto XVI de querer solemnizar el 25º aniversario del histórico encuentro celebrado en Asís el 27 de octubre de 1986, por voluntad del beato Juan Pablo II”.
Por ello, él mismo irá como “peregrino a la ciudad de san Francisco e invitando nuevamente a unirse en este camino a los cristianos de diversas confesiones, los representantes de las tradiciones religiosas del mundo y, de manera ideal, a todos los hombres de buena voluntad”.
Respuestas comunes
“El objetivo de la jornada, ha recordado Benedicto XVI en Alemania durante el encuentro con las comunidades musulmanas, el pasado 23 de septiembre, es mostrar, con sencillez, que hombres religiosos y de buena voluntad desean ofrecer su especial contribución a la construcción de un mundo mejor, reconociendo al mismo tiempo la necesidad, para la eficacia de la acción, de crecer en el diálogo y en la estima recíproca”, explicó el cardenal.
Y añadió: “Todavía hoy, como hace 25 años, el mundo necesita paz”. Según el cardenal, “tras 25 años de colaboración entre las religiones y de testimonio común es momento de balances y de relanzamiento del compromiso, frente a nuevos desafíos”.
“Los desafíos se encuentran en la crisis financiera y económica que dura más de lo previsto, en la crisis de las instituciones democráticas y sociales, en la crisis alimentaria y ambiental, en las migraciones bíblicas, en formas más sutiles de colonialismo, en los continuos flagelos de la pobreza y del hambre, en el indómito terrorismo internacional, en las crecientes desigualdades y en las discriminaciones religiosas”, apuntó.
Ante los recientes acontecimientos de Egipto y de otras regiones del mundo, “hay que decir “no” a cualquier instrumentalización de la religión”, dijo el cardenal Turkson.
“La violencia entre religiones es un escándalo que desnaturaliza la verdadera identidad de la religión, vela el rostro de Dios y aleja de la fe”, destacó Turkson.
“El camino de las religiones hacia la justicia y la paz -prosiguió-, como compromiso primario de la conciencia que anhela lo verdadero y el bien, no puede caracterizarse más que por una común búsqueda de la verdad”.
“La búsqueda de la verdad es premisa para conocerse mejor, para vencer toda forma de prejuicio, pero también de sincretismo, que ofusca la identidad”, señaló.
Y prosiguió: “Participar todos de un camino común de búsqueda de la verdad significa reconocer la propia especificidad sobre la base de lo que nos hace iguales -todos somos capaces de verdad- y distintos a la vez”.
“La búsqueda de la verdad -añadió- es condición para abatir el fanatismo y el fundamentalismo, para los cuales la paz se obtiene con la imposición a los demás de las propias convicciones” y “condición para superar la babel de las lenguas y ese laicismo que intenta marginar de la familia humana Aquel es el Principio y el Fin”.
Programa
El cardenal anticipó el programa del encuentro: “A la llegada a Asís, se irá a la basílica de Santa María de los Ángeles, donde tendrá lugar un momento de conmemoración de los encuentros anteriores y de profundización en el tema de la jornada”, explicó.
Allí intervendrán el Papa y representantes de algunas delegaciones presentes.
“Seguirá una comida ligera, compartida por los delegados: una comida muestra de la sobriedad, que intenta expresar el encontrarse juntos en fraternidad y, al mismo tiempo, la participación en los sufrimientos de tantos hombres y mujeres que no conocen la paz”, continuó.
“Después se dejará un tiempo de silencio para la reflexión personal y para la oración”, añadió.
Por la tarde, todos los presentes en Asís participarán en un camino que se dirigirá a la basílica de San Francisco.
Será una peregrinación en silencio en la que participarán en el último tramo también los miembros de las delegaciones.
Con ella, destacó, “se intenta simbolizar el camino de todo ser humano en la búsqueda asidua de la verdad y en la construcción efectiva de la justicia y de la paz”.
En la rueda de prensa, también participaron el secretario del Consejo Pontificio Justicia y Paz, monseñor Mario Toso; el secretario del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso, monseñor Pier Luigi Celata, y el encargado de la Sección oriental del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, Andrea Palmieri.
Asistieron además el subsecretario del Consejo Pontificio de la Cultura, monseñor Melchor José Sánchez de Toca y Alameda, y el director del Atrio de los gentiles, del Consejo Pontificio de la Cultura, el padre Jean-Marie Laurent Mazas.