BOGOTÁ, domingo 6 noviembre 2011 (ZENIT.org).- La Iglesia católica en Colombia expresó su deseo de que la muerte del máximo líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) Guillermo León Sáenz Vargas, alias “Alfonso Cano” no desencadene una nueva ola de violencia guerrillera, y reiteró su oferta de participar en el diálogo por la paz.
El secretario general de la Conferencia Episcopal Colombiana, monseñor Juan Vicente Córdoba, declaró a los medios que no se alegra por la muerte, pero sí expresó el reconocimiento a los militares que cumplieron con su misión.
Monseñor Córdoba aseguró que “las Fuerzas Armadas han jugado un buen papel y eso puede abrir los caminos para que haya diálogo y concertación”.
Pero, añadió, “la violencia trae más violencia, aunque algunas veces sea justificada cuando es la defensa de la vida propia o del orden de un país. Sin embargo no es el camino ideal. Nosotros como Iglesia queremos plantear que el camino de la paz es el diálogo”.
Por último, reiteró que la Iglesia mantiene su oferta de ser facilitadora en la consecución de la paz.