ROMA, lunes 28 noviembre 2011 (ZENIT.org).- El presidente de Caritas Internationalis cardenal Óscar Rodríguez Maradiaga asiste a la cumbre sobre el cambio climático de la ONU que se celebra en Durban hasta el 5 de diciembre. El cardenal urgirá a los gobiernos a que haya un acuerdo sobre cambio climático que ponga a las comunidades pobres en los países en desarrollo en primer lugar y tomen medidas para un futuro sostenible.

El cardenal Rodríguez y Caritas Sudáfrica presiden una delegación de representantes de la confederación de las Caritas del mundo, integrada por más de 160 agencias católicas que participará en varios eventos en Durban.

El purpurado hondureño dijo al respecto: “Nuestro clima está cambiando. Las organizaciones de Caritas están respondiendo al creciente carácter impredecible y condiciones extremas del clima experimentadas en todo el mundo. Este año, vimos inundaciones en Centroamérica, Sur y Sudeste de Asia, y sequía en todo el este de África”.

“Es necesaria una acción urgente. Los negociadores del clima no pueden demorar más ponerse de acuerdo sobre una legislación internacional que dé un giro en la amenaza del cambio climático y ponga al mundo en el sendero de un futuro más justo y sostenible”, añadió.

En 2011, el este de África sufrió la peor sequía en medio siglo. La sequía no es nueva en África pero los cambios en los estándares del tiempo, combinados con la falta de inversión, y la competitividad por la tierra y el agua, han erosionado la capacidad de la población local para afrontarla.

“Todo el mundo es vulnerable al cambio climático pero los países pobres resultan más afectados –dijo el cardenal Rodríguez--. África es uno de los continentes más vulnerables a los impactos del cambio climático. Los africanos están tomando una posición en Durban, es tiempo de que el mundo tome posición junto a África”.

Caritas afirma que las negociaciones en la reunión de la Convención Marco de Naciones Unidas para el Cambio Climático (CMNUCC) deben dar los pasos necesarios para un acuerdo justo, ambicioso y legalmente vinculante que construya sobre el Protocolo de Kioto. Hacen falta decisiones para reducir las emisiones de gas con efecto invernadero en más de un 40% en los países desarrollados antes de 2020.

Añade Caritas que el Green Climate Fund debe llegar a ser plenamente operativo. Las medidas de adaptación deberían recibir financiación pública sustancial, dado que las poblaciones pobres y vulnerables son las más afectadas.

Una preocupación clave de Caritas es “asegurar que todos los hombres y mujeres del mundo tengan suficientes alimentos seguros y saludables”.

“El cambio climático afecta a la seguridad alimentaria porque la modificación del comportamiento del clima afecta seriamente a la agricultura”, subraya.

“El derecho a la alimentación debe ser un principio guía en Durban --concluye--. Para Caritas esto significa asegurar que un millardo (mil millones) de personas que viven en pobreza extrema son a la vez los beneficiarios y los motores de la agricultura y las políticas de seguridad alimentaria”.