ROMA, jueves 24 de noviembre de 2011 (ZENIT.org).- “La Nueva Evangelización no afecta sólo a Europa sino que es una cuestión referida al mundo entero”. Esta ha sido la afirmación de monseñor Rino Fisichella, en la clausura del Seminario sobre Europa y la Nueva Evangelización que tuvo lugar en Roma el pasado martes 22 de noviembre.
El encuentro, en el que participaron un número significativo de cardenales, arzobispos, obispos en representación de las diócesis europeas, presidentes, secretarios y subsecretarios de la curia vaticana, embajadores en la Santa Sede, fue organizado por el Consejo de las Conferencias Episcopales de Europa (CCEE), conjuntamente con el Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización, con la intención de celebrar los cuarenta años de actividad a servicio de la comunión entre los obispos de Europa.
Monseñor Fisichella recordó que la Nueva Evangelización es necesaria para responder a la crisis antropológica, ética y social causada por la eliminación de Dios en el mundo de los hombres.
Según el presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización, el entusiasmo de una fe razonable es la clave para hacer renacer en verdad y libertad al mundo entero.
A este propósito el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado vaticano, destacó que “a los bautizados cuya fe se ha apagado y que ya no practican, el Evangelio debe ser anunciado con un nuevo ardor, nuevos métodos y nuevas expresiones”.
“La nueva evangelización –precisó el purpurado- no es sólo un ‘refugio’ sino una ‘nueva primavera’; un medio para valorar los nuevos brotes que nacen en un bosque antiguo”.
Para el secretario de Estado, es tiempo de redescubrir el “primer amor”, el “reflejo del amor inmenso que Dios Padre ha mostrado por nosotros dándonos a su Hijo”, porque es ese “primer amor” la fuerza que mueve el corazón y los pasos de tantos nuevos evangelizadores: personas, familias, comunidades, movimientos eclesiales, como se constató en el encuentro del pasado 15 de octubre en el Vaticano.
El cardenal Péter Erdő, presidente del CCEE, reveló que, si bien parece que prevalece la secularización “a través de su doctrina, el arte y la liturgia, la Iglesia ofrece al mundo una nueva mirada hacia el misterio de Dios capaz de abrir el corazón y la razón humana”.
Y añadió: “la Evangelización pasa siempre y necesariamente a través de la caridad vivida en la cotidianidad”, porque la caridad “es un signo de la presencia y del amor de Cristo”.
El presidente del CCEE concluyó afirmando que “los cristianos, en la llamada a la Nueva Evangelización, son desafiados por Jesús y por la Iglesia así como por el grito de las personas que buscan un sentido para sus vidas, a comprometerse para llevar alivio a los que sufren en el alma y en el cuerpo”.
El profesor Philippe Capelle-Dumont de la Facultad de Filosofía, del Institut Catholique de París, realizó una larga y docta ponencia sobre el tema: “El contexto cultural de la Europa de hoy y el Evangelio”, explicando que todo se mueve buscando a Dios.
Con este propósito, Luca Volontè, parlamentario en el Consejo de Europa, explicó que “en este periodo de larga crisis general se debe aprovechar la gran oportunidad de Europa”.
“En una Europa con una crisis de identidad, debemos decir a nuestros conciudadanos –precisó- que es la urgencia de Cristo la que transforma las batallas nacionales y europeas de la política y de la sociedad. Es necesario un gran llamamiento a la movilización consciente para el crecimiento de un nuevo ‘humanismo’ que Europa necesita con urgencia”.
Por Antonio Gaspari
[Traducción del italiano por Carmen Álvarez]