ROMA, jueves 7 junio 2012 (ZENIT.org).- Este 6 de junio inició en Maynooth, Irlanda, el Simposio Teológico Internacional en preparación al 50 Congreso Eucarístico Internacional de Dublín, Irlanda, que tendrá lugar del 10 al 17 de junio.
En la apertura el arzobispo de Dublín, Diarmuid Martin, recordó la importancia del Concilio Vaticano II para la vida de la Iglesia del siglo XX: “Por la renovación que comporta, sus enseñanzas deben ser todavía descubiertas y desarrolladas, comprendidas y asimiladas en la vida de la Iglesia. Sus efectos han influenciado y plasmado también la vida de la Iglesia en Irlanda, que recibió favorablemente las reformas” indicó, según informa Radio Vaticano.
Por su parte, el cardenal Marc Ouellet, prefecto de la Congregación para los Obispos y Legado pontificio para el Congreso Eucarístico Internacional, se refirió a la eclesiología de comunión cincuenta años después de la apertura del Concilio Vaticano II. El purpurado explicó que comunión e Iglesia se relacionan con la Eucaristía, la familia, el sacerdocio; al ecumenismo y a la evangelización: “El Concilio Vaticano II es como el aliento de Pentecostés que ilumina y da vida a todos estos aspectos”, afirmó y auspició que el Espíritu de Dios pueda guiar la renovación en la Iglesia universal y en aquella irlandesa en particular.
El cardenal Oscar Rodríguez Maradiaga, arzobispo de Tegucigalpa expresó que Eucaristía y Misión son los dos elementos principales de los encuentros en este Simposio internacional teológico y del mismo Congreso Eucarístico.
“La institución de la Eucaristía es el anuncio de la Buena Nueva y por ello es la misión que cada ser humano tendrá que desempeñar durante su peregrinación terrena, son las bases sobre las cuales se inserta la vida del cristiano de ayer, hoy y de mañana», afirmó.