«La fiesta de Navidad se hace más popular cada año en Nepal, comenta Chari Bahadur Gahatraj, secretario general de la Federation of National Christians of Nepal (FNCN). Es percibida como un ejemplo de tolerancia religiosa (…) Y tenemos una fuerte y creciente participación de no cristianos». Estas declaraciones fueron citadas por el Kathmandu Post de 26 de diciembre, que dedica un artículo a «la fiesta más grande de los cristianos», mostrándoles el camino recorrido por la comunidad cristiana, que apenas reunía discretamente a algunos fieles hace solamente diez años en la nueva iglesia de la Asunción de Katmandú.
En todo el país, informa el diario nepalés, los cristianos festejaron la Navidad, que celebra el nacimiento de Jesús, orando en las iglesias e intercambiando buenos deseos con sus familias, sus amigos, y también con los no cristianos, que actualmente son numerosos en participar en las fiestas y «a desearse una ‘Feliz Navidad'».
Describiendo los «bailes, los conciertos y los encuentros de oración», organizados por «los jóvenes cristianos del valle de Katmandú», el periodista del Kathmandu Post subraya «la alegría y el fervor» de esta fiesta que comienza a integrarse en el paisaje cultural y religioso del Nepal. Después de haber explicado la «leyenda del anciano de barba blanca vestido de rojo» que vendría por la noche de Navidad para repartir juguetes a los niños buenos, el autor del artículo también comenta que este año es frecuente cruzarse en los lugares concurridos de la capital, y hasta en los pueblos, a personas disfrazadas de Papá Noel que «distribuyen chocolates y divierten a los niños». Los comercios, se adornan con decoraciones luminosas y de abetos con guirnaldas, mientras que comienzan a crearse tímidos mercados de navidad » en Katmandú.
La noche del 24 el diciembre, varios centenares de personas participaron en la misa del gallo en la catedral de la Asunción en Katmandú. Católicos y no cristianos, hindues y budistas se unieron a las celebraciones así como a las actividades y fiestas organizadas en las parroquias. Durante la vigilia de Navidad en Katmandú, 24 nuevos bautizados –la mayoría de origen hindú– entraron a formar parte de la Iglesia católica.
«Aunque sea hindú, me gusta la fiesta de Navidad»
«Muchos de mis amigos son cristianos y ahora se ha convertido en una tradición para nosotros intercambiar buenos deseos y regalos. Y la noche de Navidad, enciendo velas y oro por la paz», comentaba el pasado 10 de diciembre a la agencia AsiaNews, Niru Chanda, una joven india de 19 años.
De cuatro mil fieles censados en 2006, los católicos hoy en Nepal son más de diez mil y, según algunas estadísticas, el conjunto de los cristianos de todas las confesiones alcanzaría los dos millones de personas en el Nepal. Cifras que muestran que hoy la comunidad cristiana es una presencia importante en el país, y esto a pesar de los resultados del último censo oficial, cuya «subestimación voluntaria de los miembros de las iglesias», desencadenó una polémica.
Este auge rápido de las Iglesias cristianas ha sido posible en parte por la transformación en 2006 del reino hindú de Nepal en la república laica. Al principio, esta nueva libertad religiosa, así como la integración del 25 de diciembre entre los días feriados en Nepal (una iniciativa destinada al principio a reactivar el turismo), les permitió a los cristianos vivir su fe a plena luz, en particular el tiempo de Navidad. Las decoraciones luminosas, los abetos y los belenes, así como los diversos signos exteriores y religiosos, en otro tiempo prohibidos, hicieron así su aparición en las plazas de las iglesias y en las casas de los cristianos, convirtiendo progresivamente las representaciones familiares en este período de fiestas cristianas en imágenes a la paz y a la fraternidad.
Pero este crecimiento considerable de los cristianos en Nepal en tan solo algunos años tuvo como consecuencia casi inmediata una violenta contraofensiva hinduista, que se manifiesta desde 2008 con ataques y atentados asesinos, como el perpetrado en mayo del 2009 en la iglesia de la Asunción por el Nepal Defence Army (NDA), un grupo nacionalista que propugna el retorno de la monarquía y la religión hinduista.
Este año sin embargo, como lo titulaba la agencia AsiaNews el pasado 20 de diciembre, «por primera vez, no hubo ninguna amenaza de atentado para Navidad». Otro cambio notable señalaba: por primera vez también, el conjunto de las autoridades del país envió sus buenos deseos a la comunidad cristiana con ocasión de las fiestas de Navidad. El presidente Ram Baran Yadav publicó el 25 de diciembre un mensaje destinado a «todos los hermanos y hermanas nepaleses cristianos», «expresando la esperanza de que los dones de servicio y de devoción de los cristianos contribuirán a mejorar la paz, la fraternidad y la ayuda mutua en el mundo (…) Así como a construir un Nepal que se desarrolla en la paz y la prosperidad».
Después el vicepresidente, que retomó por su cuenta los buenos deseos de Ram B. Yadav, el primer ministro maoísta Baburam Bhattarai, seguido por el presidente del Partido del Congreso Nepalés, Sushil Koirala, luego su vicepresidente, deseó también «alegría, paz y prosperidad» a todos los cristianos de Nepal, en este «día que ha sido el comienzo de su fe» y que difunde un «mensaje de buena voluntad y de tolerancia» para el país entero.
Traducido del francés por Raquel Anillo