Ofrecemos a los lectores la habitual columna sobre Homilética, a cargo de nuestro colaborador el padre Antonio Rivero LC.
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Diversos tipos de predicación
Después de haber visto la figura del predicador, veamos los diversos tipos de predicación sagrada.
Veremos los siguientes tipos de predicación:
–Homilía.
–Charla o discurso explicativo.
–Charla o discurso persuasivo.
–Charla o discurso emotivo.
–Charla o discurso demostrativo.
–Reflexión evangélica delante de Cristo Eucaristía.
–Meditación en un día de retiro espiritual.
–Predicación de ejercicios espirituales.
–Predicaciones circunstanciales: bautismo, casamiento, exequias, fiesta, brindis.
–Tema apologético.
–Panegírico.
–Congreso.
–Radio.
–Televisión.
De entrada, digamos que en toda predicación deberíamos seguir este esquema:
Primero, una introducción o exordio. Es decir, un inicio atractivo, original con alguna anécdota, estadística, un hecho, un acontecimiento, un evento…que capte la atención de los oyentes, y siempre relacionado lógicamente con la idea o tema que será tratado.
Segundo, un desarrollo de ideas. Debemos ofrecer una sola idea, para no provocar una indigestión en los oyentes con muchas ideas inconexas. Idea desarrollado en dos o tres aspectos claros, lógicos y estructurados. Idea expresada con fuerza, convicción, entusiasmo, originalidad, imaginación, viveza. Una imagen o metáfora puede ayudar mucho para explicar esa idea que estamos comentando. Emplear un lenguaje concreto que toque la vida y el corazón de los oyentes. Ser siempre positivo y motivador. Con una cita de un Santo Padre o de un santo de la Iglesia, para dar peso a esa idea.
Y finalmente, una conclusión o peroración, que resume en pocas palabras el discurso y la predicación. Terminemos invocando a la Virgen Santísima para que nos ayude en la vivencia de ese tema tratado.
Y ahora comencemos con los tipos de predicación.
HOMILÍA
Finalidad de la homilía: llevar el mensaje bíblico de la liturgia de ese día para la vida de los oyentes para que toque sus vidas y se conviertan, o mejoren su vida espiritual.
Modo de preparar la homilía:
Se parte de los textos bíblicos de la liturgia, sacando una sola idea para mis oyentes: por ejemplo, la conversión, la esperanza, la alegría, la oración, etc…Pero sólo una sola idea.
Después esa idea se desarrolla en dos o tres aspectos claros, lógicos y estructurados, sacados de los textos bíblicos de esa misa. También es bueno que esa idea esté apoyada en alguna cita de los Santos Padres que comenten esa idea y que dará peso a nuestra homilía. Citar a los Santos Padres es subirse en hombros de gigantes.
Más tarde, tratemos de llevar ese mensaje divino a la vida concreta de los oyentes: vida familiar, laboral, profesional, estudiantil…El citar un hecho de la vida de un santo respecto a esa idea que estoy comentando sería excelente, pues los santos nos incentivan a vivir esas verdades.
Tipos de homilías:
Está, primero, la homilía evangelizadora que despierta e incrementa la fe del oyente. Tenemos también la homilía catequética, que profundiza la fe a la luz de la historia de la salvación en los diversos períodos litúrgicos. Por supuesto que hay homilías proféticas que provocan una respuesta de conversión al plano de Dios desde los textos bíblicos. Está la homilía mistagógica que explica ese sacramento que se está celebrando (confirmación, bautismo, casamiento, unción de enfermos, orden sacerdotal, etc…) para que lo valoren y lo gusten más y mejor. Y finalmente tenemos la homilía temática: cuando uno lleva varios años en una parroquia, puede aprovechar de lunes a viernes ir llevando homilías temáticos. Eso hice yo en una parroquia de Buenos Aires en la que estuve doce años como vicario parroquial. Después de los primeros cinco años en que daba la homilía sobre la liturgia del día, comencé a hacer homilías temáticas, y me dio mucho resultado. Temas que duraban incluso meses: expliqué el credo, los sacramentos, los mandamientos, la oración, la liturgia, la Virgen, la Misa, el Rosario, las virtudes, los vicios capitales, las obras de misericordia, etc…
Les ofrezco esta esquema de una posible homilía: el tema de la liturgia de hoy es la conversión (un solo tema). (1) La conversión consiste, siguiendo la primera lectura leída, en abandonar nuestros ídolos, infidelidades y pecados (enumerar esos posibles ídolos en nuestra vida). (2) Esa conversión tiene que pasar por la cruz, como nos dice san Pablo en la segunda lectura (concretar esa cruz en nuestra vida). (3) Y finalmente, la conversión traerá unos frutos maravillosos en la vida personal, familiar, laboral, como nos dice el Evangelio (enumerar esos frutos). San Agustín resume este tema de la conversión con esta frase o con este hecho de vida.
Las anteriores entregas de esta serie se publicaron en:
[2013-03-20] http://www.zenit.org/article-44987?l=spanish [2013-03-08] http://www.zenit.org/article-44634?l=spanish [2013-03-02] http://www.zenit.org/article-44693?l=spanish [2013-02-22] http://www.zenit.org/article-44305?l=spanish [2013-02-15] http://www.zenit.org/article-44304?l=spanish [2013-02-08] http://www.zenit.org/article-44303?l=spanish [2013-01-25] http://www.zenit.org/article-44212?l=spanish