A continuación de la audiencia privada concedida a Adolfo Pérez Esquivel, un histórico luchador en favor de los derechos humanos y de los pueblos originarios de América, torturado por la dictadura de Videla, en una rueda de prensa, el también premio nóbel de la Paz, dentro del mismo Vaticano, declaró: “El papa me indicó que está convencido de que es necesario avanzar en la verdad, justicia y reparación del daño hecho por las dictaduras”.
Calificó el encuentro como “muy bueno” y reiteró que en la época de la dictadura, Bergoglio no tuvo nexos con la dictadura”. Precisó que “si bien se limitó a protestar, no es justo acusarlo de complicidad”, pues “aunque no fue de los obispos que estuvieron más en la avanzada por la defensa de los derechos humanos, prestigió más una diplomacia silenciosa, pidió la liberación de los presos".
“Porque ser cómplice significa haber colaborado, como lo hicieron algunos obispos”, dijo. Además, indicó, “Bergoglio en ese tiempo no era obispo sino solamente superior provincial de los jesuitas en Argentina”.
Y añadió: “Me consta que él intentó protestar por la violación de los derechos humanos”. Recordó también que los hechos deben ser colocados en el período tremendo y en el clima de esa época de dictadura militar”.
Durante su prisión recibió el Memorial de la Paz Juan XXIII, otorgado por Pax Christi International, entre otros reconocimientos internacionales.
Perez Esquivel, en 1980 recibió el Premio Nobel de la Paz por su compromiso con la defensa de la democracia y los derechos humanos por medios no violentos frente a las dictaduras militares en América Latina. Preso y torturado por el régimen militar, estuvo encarcelado 14 meses y en libertad vigilada otros tantos.
Fue uno de los primeros que defendió al nuevo papa, tras las acusaciones de no haber hecho todo lo posible para obtener la liberación de dos sacerdotes secuestrados, y de saber del secuestro de bebés realizado por la dictadura.
Indicó que en el encuentro que tuvo con Francisco, “también hablamos de los mártires de la Iglesia en América Latina, como los obispos Óscar Arnulfo Romero y Enrique Angelelli, de El Salvador y Argentina, respectivamente”·
Añadió que el papa le expresó su preocupación y la necesidad “de reducir los índices de pobreza en el mundo, trabajando junto a los pobres”.
El papa Bergoglio también le contó a Pérez Esquivel “el motivo por el cual elegí el nombre de Francisco”, que nació de la sugerencia del cardenal brasileño Claudio Hummes, sentado a su lado, quien cuando los votos ya lo indicaban como papa le dijo: “No te olvides de los pobres”.
La audiencia que duró unos treinta minutos, una duración excepcional para lo acostumbrado en las audiencias pontificias --pensemos que las de ayer duraron entre 15 y 20 minutos- se realizó en la biblioteca personal del pontífice, en el Palacio Apostólico.
Según el activista de derechos humanos católico, los datos del detractor del cardenal Bergoglio, Horacio Verbitsky --que era jefe del espionaje de la guerrilla urbana Los Montoneros en la década de los 70, del siglo pasado, y hoy es director del diario Página12--, "contienen errores".
Sobre Adolfo Pérez Esquivel, ver también: http://www.zenit.org/article-45021?l=spanish.