"La Iglesia no debe centrarse en su supervivencia"

Diálogo con el presidente del CELAM (II)

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Sigue la visita de la delegación de la presidencia del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam) al Vaticano, que incluyó un encuentro con el papa Francisco. Se han detenido también a conversar con los encargados de los dicasterios de la Santa Sede, a fin de informar sobre la labor que realizan y tender mayores puentes de colaboración. 

ZENIT conversó con monseñor Carlos Aguiar Retes, arzobispo de Tlalnepantla en México, actual presidente del Celam para el periodo 2011-2015. Diversos temas de actualidad fueron abordados por el alto prelado.

Ofrecemos a nuestros lectores la parte final de la entrevista.

Se habla mucho del «boom económico» en la región latinoamericana…

–Mons. Aguiar: La economía es un reglón que siempre ha sido muy deficiente en los países de América Latina. Desde la Segunda Guerra Mundial, el desarrollo de Europa se gestó pero el de Latinoamérica no se gestó. Entonces es preocupante, es de las cosas que deben estar siempre en atención, aunque no está en nuestra manos resolverlo directamente como Iglesia, pero sí formar la conciencia de que en América Latina sigue faltando la justicia social de una manera muy fuerte.

Hay quienes les llama la atención cómo se preocupan los obispos del continente por el medio ambiente. ¿A qué se debe?

–Mons. Aguiar: Lamentablemente, como siempre pasa con las adversidades de tipo climático de todos los tiempos –tales como huracanes y terremotos–, ahora con los efectos del daño ecológico que recibe el planeta, los más afectados siempre son los pobres. El papa Benedicto XVI lo planteó en Caritas in Veritate, como una realidad que hay que atender desde la Iglesia.

El papa Francisco insiste en salir «a la periferia»… ¿Cómo vienen interpretando esta idea?

–Mons. Aguiar: Creo que son dos niveles. Uno es el nivel personal, porque la inercia social a la que esta tendiendo este mundo liberal, es al individualismo. Al que cada quien «se rasque con sus uñas», a que cada cual se preocupe de su propio destino y de su futuro. Y eso no es así, el hombre necesita del hombre. Estamos hechos para unir esfuerzos, para luchar juntos. Salir de la periferia existencial en la que nos sume el individualismo, esa es una primera interpretación.

¿Y la segunda…?

–Mons. Aguiar: Una segunda interpretacion todavía más importante, es que la Iglesia no tiene que centrarse en su sobrevivencia. Es decir, su preocupación fundamental no es –como dice el evangelio en san Mateo capítulo seis–, preocuparse de qué va a comer, cómo va a vestirse, dónde va a vivir… Sino preocuparse de su misión que es anunciar a Cristo. esto es algo que tenemos que recordarlo una y otra vez, porque nuestra tendencia natural siempre es dar satisfacción a la necesidades propias. En ese sentido, no es que la Iglesia pida la radical pobreza de no tener nada en absoluto. Sino tener la visión de mirar en conjunto y no solo por quienes nos sentimos parte de la Iglesia, sino por todo ser humano que es hijo de Dios.

¿Cómo van los avances del proceso de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc)?

–Mons. Aguiar: Conocemos de ese proceso, sabemos que la Conferencia Episcopal Colombiana está en ese apoyo y en un acompañamiento. Como siempre, el Celam se solidariza fraternalmente con los procesos de las iglesias particulares.

Está un poco estancado, ¿acaso?

–Mons. Aguiar: Se ha estancado como los grandes problemas que tiene un país. Es muy difícil percibir los avances y las soluciones cuando uno los quisiera, pero hay que seguir en este esfuerzo. Creo que el presidente Santos, los sectores sociales y también la Iglesia están buscando dar ese paso.

Hablemos de la religiosidad popular en el continente… Hay una frontera casi invisible entre lo que es tolerable como acto de piedad, con lo que la gente expresa con tintes casi mágicos. ¿Cuál es el límite?

–Mons. Aguiar: Esto es algo que con gran claridad lo planteaba el documento de Puebla, sobre la necesidad de evangelizar la religiosidad popular para hacerla instrumento de evangelización. La necesidad de purificarla, en el sentido de confrontarla con los valores del evangelio y del anuncio de Cristo. Es un trabajo muy difícil de realizar, es verdad, pero se debe hacer y se ha venido haciendo muy lentamente. Es el gran desafío de América Latina y es parte de la nueva evangelización. En América Latina el hombre es religioso, todavía es religioso.

El cardenal Ravasi dijo días atrás, que por ejemplo en México, aquello de la «santa muerte» debe frenarse de una vez…

–Mons. Aguiar: La manera de frenar es evangelizar, no hay otra.

En los próximos días habrá una importante reunión del Celam en Panamá… ¿cuál es la agenda?

–Mons. Aguiar: Es una asamblea intermedia, a la mitad del cuatrienio, y en ella se da cuenta a la asamblea, que es la que orienta los trabajos del Celam. Los estatutos nos piden informar de lo que hemos hecho y plantear nuevas necesidades que sientan los presidentes de las conferencias episcopales que el Celam necesite ofrecer. Recibiremos también la información de las conferencias sobre las situaciones tanto en lo social, como en lo eclesial. 

¿Quiénes asistirán?

–Mons. Aguiar: Participan los 22 presidentes de las conferencias episcopales y otros 22 obispos delegados de las mismas. También la presidencia del Celam y los siete presidentes de departamentos. Seremos 56 obispos.

Lleva algún pedido especial a los obispos de América Latina?

–Mons. Aguiar: Fundamentalmente que expresen si les parece que vamos por buen camino, a fin de relanzar los dos años que nos falta para el cuatrienio.

¿Cuál sería su saludo a Zenit por los 15 años de fundada…?

–Mons. Aguiar: Zenit es pionera en estos campos de entrar a las redes sociales y hacerse presente como agencia. A la vez tiene el impacto de ser tenida en cuenta. Los aliento a que sigan trabajando con mucho esfuerzo para que siga cumpliendo la misión para la que fue creada.

Para conocer más: www.celam.org

La primera parte de la entrevista puede leerse aquí

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José Antonio Varela Vidal

Lima, 1967. Periodista colegiado con ejercicio de la profesión desde 1989. Titulado en periodismo por la Universidad Jaime Bausate y Meza, de Lima. Estudios complementarios en filosofía, teología, periodismo religioso, new media y en comunicación pastoral e intercultural-misionera; así como en pastoral urbana, doctrina social de la Iglesia y comunicación institucional y estratégica, desarrollados indistintamente en Lima, Quito, Bogotá, Roma, Miami, y Washington DC. Ex jefe de oficinas de comunicación institucional en el sector público y eclesial. Asimismo, fue gerente de televisión de un canal y director de dos revistas impresas. Es articulista en publicaciones católicas de su país y del extranjero, entre ellas zenit. Actualmente colabora con los padres palotinos, presentes en el Perú desde el 2014.

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