Francisco va donde Francisco y no puede no ser un gran evento. La ciudad de Asís vibra desde el 2 de mayo pasado, cuando el pontífice anunció su deseo de visitar la ciudad seráfica el 4 de octubre, día de la fiesta de San Francisco. Lo hizo al recibir en audiencia privada al ministro general OFM, padre Marco Tasca; al custodio del Sacro Convento de Así, padre Mauro Gambetti, y al directo de la Revista San Francisco, padre Enzo Fortunato.
El día antes de esta histórica visita la atmósfera es realmente eléctrica. El deseo de ver al papa en los lugares que han marcado la historia y el camino de fe de su santo patrón es fervorosa, sea por los habitantes de la ciudad, por los más de 100.000 peregrinos previstos, y los 1.000 periodistas acreditados. De todo esto ha hablado ZENIT con el custodio del Sacra Convento, padre Mauro Gambetti.
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Por primera vez un papa que ha elegido el nombre de Francisco de Asís viene de visita a la ciudad natal del Pobrecillo….
— Padre Gambetti: Es un encuentro histórico, porque el santo padre Francisco se ha puesto en seguida sobre los pasos de Francisco de Asís, llevando precisamente algunos de los valores que han caracterizado la vida del santo: «Hombre de pobreza, hombre de paz. El hombre que ama y cuida la creación». Ahora el papa está removiendo la Iglesia, como hizo en otro modo el hijo de Pedro de Bernardone.
El santo padre ha declarado que su ideal de Iglesia es precisamente la de Francisco de Asís: «pobre y misionera». ¿Qué efecto hacen estas palabras en la comunidad franciscana?
— Padre Gambetti: Un efecto naturalmente positivo. Estamos entusiasmados porque es como si viéramos ampliado y resaltado el carisma de Francisco. Ampliado por el eco de lo que la figura del papa da y hace; resaltado precisamente porque puede ser observado por todos atentamente, pero también vivido concretamente cada día.
La visita del pontífice de mañana será una visita pastoral, marcada por numerosos momento en los que el papa se quedará solo, en intimidad espiritual con su patrón
— Padre Gambetti: Será una jornada intensa para todos, ni que decir para el pontífice que quiere tocar todos los lugares símbolos del franciscanismo. Además de la basílica y la tumba del santo, el papa visitará la sala donde el santo se desvistió renunciando a los bienes materiales; la catedral de San Rufino, iglesia madre de Francisco; el Éremo de las cárceles, que según la tradición es lugar privilegiado de contemplación; el santuario de Rivotorto; la Basilica de Santa Clara y la Basílica de Santa María de los Ángeles, en cuyo interior está conservada la Porciúncula, la iglesia que Francisco restauró con los compañeros y lugar de su muerte.
Entre todos estos eventos, ¿cuál es el más interesante para asistir?
Padre Gambetti: Todas las etapas son muy interesantes y creo que tienen un denominador común que quisiera centrar en tres significados precisos. Un significado «humano», porque veremos la figura del santo en su humanidad. Un significado «espiritual», porque Francisco funda las raíces de su humanidad en el terreno del evangelio. Un significado «social», porque todo lo que san Francisco hizo y dijo ha tocados los «nervios» de la sociedad, en todos los tiempos, y que no ha quedado encerrado en una iglesia. Se puede decir que Francisco removió los puntos cardinales del mundo: pensemos en el tema de la paz, del cuidado de la creación, de la pobreza….
Precisamente la pobreza, un tema sobre el que a menudo insiste papa Bergoglio. Tanto que mañana almorzará con los pobres de Cáritas diocesana.
Padre Gambetti: El papa ha querido añadir a las ya numerosas etapas también otras dos citas de gran significado: el Instituto Seráfico, que se dedica al cuidado y rehabilitación de discapacitados y el Centro Cáritas diocesano. Etapas que testimonian la atención del pontífice hacia los «últimos», ya demostrada en otras ocasiones.
Usted ha tenido ya el privilegio de encontrar de cerca al santo padre el pasado 2 de mayo. ¿Qué impresión le ha dado de cerca el obispo de Roma?
Padre Gambetti: Una persona cordial, preparada siempre a acoger y a abrirse a las novedades. En esa ocasión ha aceptado, de hecho, la propuesta de usar una tablet para visitar virtualmente la tumba de san Francisco, a través de una cámara fija ubicada en la cripta y enviar una de las primeras oraciones: «Francisco de Asís, intercede por la paz de nuestros corazones».
Se habla mucho de lo que esperan los franciscanos, los hermanos, las religiosas, los jóvenes, los peregrinos por esta visita… Pero, según usted, ¿qué se espera el papa?
Padre Gambetti: Imagino que el santo padre querrá ver, tocar, sentir el perfume de las calles y de las piedras que han «generado» y «hospedado» a Francisco; querrá a través de los símbolos, los iconos y los frescos como volver a leer la biografía del santo; querrá conocer como viven esos frailes testigos de su experiencia. Querrá ofrecer una enseñanza a toda Italia que reconoce el humanismo de Francisco por los valores de la paz, la fraternidad y el diálogo. Y creo también que, por su parte, el Seráfico «correrá» al encuentro del papa para besarle las manos, porque tocan el Verbo de la vida y tienen el timón de la barca de Pedro. Ciertamente le inspirará una palabra que ilumine y oriente el recorrido de «su» orden, multiplicándose y diversificándose en un arcoiris de colores. Pedirá también una oración para sus hijos y hermanos. Se verá interpelado, porque san Francisco le hablará.
Traducido del italiano por Rocío Lancho García