Pasadas las cinco de las tarde el santo padre llegó en el papamóvil al encuentro con los jóvenes de la región Umbría, aunque no sólo, porque allí se vislumbraban banderas de muchas naciones. El ambiente en el entorno de la Basílica Santa María de los Ángeles, era de fiestas al recibir al santo padre Francisco, con un gran entusiasmo.

El papa fue primero a la basílica de Santa María de los Ángeles. Saludó uno a uno al numeroso número de franciscanos que allí se encontraban y se dirigió con un ramo de flores a la Porziúncola, en torno a la cual se edificó la actual basílica. Allí rezó algunos minutos en silencio y gran recogimiento. Al salir recibió una reliquia del edificio de la porziúncola que se puso al cuello y firmó el libro de los visitantes.

A la salida había unos 50 mil jóvenes le esperaban. Cantaban "Jesus christ you are my life" y coreaban "papa Francisco". El papa sonreía y se le veía disfrutando con cada mirada y cada gesto. 

Una joven pareja italiana, acompañada de su hijo, han hablado al papa sobre las dificultades que una pareja joven se encuentra para vivir su vida como cristianos. Danilo y Davide, otros dos jóvenes, le han preguntado al sobre la crisis, las dificultades y sobre cómo un joven debe afrontar esta situación. Nicoló y María, han preguntado qué hacer con nuestras vidas, como gastar los talentos. Pensar en el sacerdocio o la vida consagrada, a veces llega el llega el miedo. ¿Como reconocer la llamada de Dios?Luca, Petra, sobre el año de la fe urgencia del anuncio de la buena noticia. ¿Cómo contribuir? ¿cómo hacerlo?

Familia:
“Es necesaria la valentía para formar una familia” dijo y recordó que “el matrimonio es una vocación”. Y que el sacramento del matrimonio envuelve este amor con la gracia de Dios, enraizada en Dios mismo. Ha puesto el ejemplo de los padres y abuelos, que se casaron en tiempos de más pobreza... y recordó que la base moral necesaria "ya no está garantizada por la sociedad".

También ha recordado que a veces “la gente piensa en casarse hasta que dure el amor, y eso es egoísmo”, ha dicho el papa. Otra dificultad es que la cultura actual favorece el individualismo, es la cultura de lo provisional y ha advertido que Jesús nos ha salvado provisionalmente, "nos ha salvado definitivamente".

“La fantasía del Espíritu santo es infinita” dijo y exhortó a no tener miedo de dar pasos definitivos. A veces hay madres que me cuentan: "mi hijo no se casa, no sé que hacer, tiene ya treinta años y tiene una novia, pero no se decide, ¿qué hago? Yo respondo: Señora, ¡no le planche más las camisas!"

Vocación:
“Dios siempre nos sorprende” le recordó el papa a los jóvenes, pero es importante “escucharlo en silencio delante del tabernáculo y en el íntimo de nosotros mismos, hablarle, acercarse a los sacramentos. Tener esta relación familiar con el Señor es como tener abierta la ventana de nuestra vida, para que Él nos haga siempre sentir su voz y qué cosa quiere de nosotros”.

“Si bien la familia es la vocación que Dios ha escrito en la naturaleza del hombre y de la mujer, hay otra vocación complementaria al matrimonio: la llamada al celibato y a la virginidad por el Reino de los cielos. Es la vocación que Jesús mismo ha vivido”, dijo.

Recordó que la relación con Dios no implica solo a una parte de nosotros mismo, sino a todo nuestro ser y que la vocación religiosa: no es un renunciar, si no un sí, que hace fecundo. Clara y Francisco, su carisma continúa hablando a jóvenes de todo el mundo.

El papa indicó que con Dios “podemos luchar contra el mal cada día y le preguntó a los jóvenes: ¿Queréis resignaros frente al mal, las injusticias, las dificultades? A lo que todos respondieron con fuerza ¡no!, y el papa dijo: ¡esto me gusta! y recordó que san Francisco dijo: 'predicad siempre el Evangelio, y si es necesario también con las palabras'. ¿Se puede? Sí. Primero el testimonio, después las palabras.

“Hoy en el nombre de san Francisco les digo: no tengo ni oro ni plata para darles, pero algo mucho más precioso: el evangelio de Jesús”. Y concluyó: “Lleven el evangelio en vuestras casas, anúncienlo entre vuestros amigos, recíbanlo y sírvanlo en los pobres".

Al finalizar las palabras del papa, recogidos en oración se ha cantado el padrenuestro unidos por las manos. Y tras la bendición de Francisco ha pedido: "Por favor, recen por mí"

A las 7 el papa sube al papamóvil, y sin perder su sonrisa, continúa a saludar y bendecir mientras se dirige al Santuario de Rivotorto, para visitar el "Tugurio" de san Francisco. Desde allí, partió el helicóptero hacia el Vaticano, donde llegó a aproximadamente a las 20 horas.