BRUSELAS, 3 diciembre 2003 (ZENIT.org).- El episcopado europeo ha manifestado su preocupación ante la falta de acuerdo del Consejo de Ministros de la Unión Europea (UE) sobre la financiación con fondos comunitarios de la investigación con células madre embrionarias por la incertidumbre que puede suscitar.
Ante la falta de consenso entre los ministros de Ciencia e Investigación, reunidos este miércoles, el asunto quedó pospuesto hasta la próxima presidencia de turno irlandesa, que comenzará a partir del 1 de enero de 2004.
Monseñor Noel Treanor, secretario general de la Comisión Episcopal de la Comunidad Europea (COMECE) al recibir la noticia publicó un comunicado de prensa para hacer pública su decepción.
«Estamos profundamente preocupados por el hecho de que esto podría provocar que en la Comisión Europea se tomen decisiones sobre este tipo de financiación en un contexto de incertidumbre legal y ética», afirma el representante episcopal.
Las preocupaciones éticas que implica la destrucción de embriones humanos, aclara el comunicado, no son sólo de carácter religioso, sino éticas.
La decisión de financiar este tipo de investigaciones, por tanto, explica el comunicado episcopal «no es neutral».
«Aceptar que los fondos de la Unión Europea se destinen para la investigación con células madre embrionarias daría legitimidad a las técnicas utilizadas para destruir esas células embrionarias, es decir, la destrucción de embriones humanos», subraya.
«La incapacidad del Consejo de Ministros para alcanzar un acuerdo es una evidencia de la especial sensibilidad ética del asunto. Decisiones de esta naturaleza, de acuerdo con el principio de subsidiariedad, deberían ser decididas por los Estados miembros», concluye el comunicado de prensa emitido en representación del episcopado católico de la UE.
El Consejo de ministros de Competitividad (Mercado Interior, Industria e Investigación) no estuvo de acuerdo ni con la propuesta de compromiso de la presidencia italiana de turno de la UE ni con la presentada por la Comisión Europea.
La presidencia italiana proponía, entre otros aspectos, que se pudiera financiar con fondos comunitarios la investigación con células madre ya extraídas y almacenadas antes de la fecha de hoy, pero no su obtención a partir de embriones.
Fuentes diplomáticas –citadas por la agencia EFE– indicaron que a favor de esta opción se pronunciaron España, Italia, Portugal, Alemania, Luxemburgo y Austria, mientras que mostraron su oposición Gran Bretaña, Suecia, Holanda, Dinamarca, Finlandia, Bélgica, Grecia e Irlanda.
La UE estableció en noviembre de 2002 una moratoria hasta el próximo 31 de diciembre de la financiación con fondos comunitarios de proyectos sobre células madre, para darse tiempo a lograr un acuerdo.
La financiación de este tipo de investigaciones procedería del VI Programa Marco de Investigación (2002-2006) de la UE, en el que se contempla una partida de entre 10 y 50 millones de euros para este tipo de investigación, dinero que forma parte de los 2.000 millones destinados a ciencia biotecnológica.
Los responsables de investigación de la UE ya tuvieron que retrasar hasta ahora la decisión, después de que en el Consejo celebrado el pasado 26 de noviembre tampoco se consiguiera un acuerdo.