CIUDAD DEL VATICANO, 15 de diciembre de 2003 (ZENIT.org).- La evangelización, si es auténtica, conduce lógicamente a la promoción humana, es decir, a la «liberación integral de la persona», considera Juan Pablo II.
El pontífice afrontó los fundamentos de una auténtica teología de la liberación al encontrarse este lunes con el nuevo embajador de la República Dominicana ante la Santa Sede, Carlos Rafael Conrado Marion-Landais Castillo.
«La promoción humana ha de ser la consecuencia lógica de la evangelización, la cual tiende a la liberación integral de la persona» afirma el Santo Padre en el discurso que preparó para la ocasión, citando las palabras que pronunció en Santo Domingo el 12 de diciembre de 1992, en el quinto centenario del inicio de la evangelización de América.
«En estos cinco siglos la Iglesia ha acompañado el caminar del pueblo dominicano, anunciándole los principios cristianos, que son fuente de sólida esperanza e infunden un renovado dinamismo a la sociedad», explicó el obispo de Roma.
«Obra de evangelización y promoción humana», explicó, son «acciones que no se contraponen sino que están íntimamente vinculadas».
Se explica así, indicó, la acción de la Iglesia en la República Dominicana «en favor de los discapacitados, los enfermos de sida, las minorías étnicas, los emigrantes y refugiados».
«También es motivo de gozo la presencia de la Iglesia en el campo educativo –reconoció–, a través de una Universidad Pontificia en Santiago con un recinto también en la Ciudad Capital, cuatro Universidades Católicas, varios Institutos Técnicos, Institutos Politécnicos Femeninos y casi trescientos Centros educativos y escuelas parroquiales».
«Además otras instituciones de la Iglesia católica ofrecen una aportación significativa en el esfuerzo común por fomentar una sociedad más justa y atenta a las necesidades de sus miembros más débiles», indicó.
En su discurso, el Papa alentó al episcopado dominicano en la preparación del Plan Nacional de Pastoral de Evangelización con motivo de los quintos años de existencia de sedes episcopales en la isla, las primeras del nuevo mundo.
El nuevo embajador de la República Dominicana ante la Santa Sede, Carlos Rafael Conrado Marion-Landais Castillo, nació en 1940 en Santo Domingo. Ingeniero civil y licenciado en pedagogía, es miembro fundador del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (1972) del que fue rector de 1990 a 1993. De 1999 a 2003 ha sido gerente del Programa de Construcción de Escuelas. Ha sido miembro fundador, presidente y miembro del Consejo de Administración de la Fundación San José, que se dedica a las personas pobres y al desarrollo de familias campesinas.