CIUDAD DEL VATICANO, 31 oct (ZENIT.org).- Libertad religiosa, deuda externa y dignidad de la persona, estos serán los temas centrales sobre los que discutirán los políticos reunidos en Roma el próximo fin de semana con motivo del Jubileo de los gobernantes y parlamentarios.
Lo reveló esta mañana Giulio Andreotti, ex primer ministro italiano, miembro del comité de parlamentarios que tendrá que preparar los tres documentos conclusivos de estas jornadas jubilares y encargado de la comisión de acogida de estos peregrinos-políticos tan particulares.
Ha sido quizá la primera vez en la que un político presentaba las actividades del Papa a la prensa en el Vaticano. Junto a Andreotti se encontraba en la rueda de prensa la senadora, también italiana, Ombretta Fumagalli Carulli, presidente del grupo Interparlamentario para el Jubileo (Cf. «Jubileo de los políticos: recta final»).
Globalización
Todo esto, como es obvio, explicó el político italiano que fue miembro de gabinetes de gobierno de su país durante más de cuarenta años, se analizará a la luz del gran fenómeno de los tiempos actuales, la globalización que debe ser «esclarecida por la ética».
«No es posible que la globalización sea únicamente la supresión de fronteras económicas y mercantiles –explicó–. Hay que subrayar el papel necesario de la ética para esclarecer esta evolución. De lo contrario, no vamos hacia un progreso de la humanidad, sino hacia la acentuación de las diferencias».
Libertad religiosa
Un periodista planteó el problema sobre qué es lo que se debe hacer ante casos como el de Arabia Saudí, en donde la construcción de iglesias está prohibida pero, sin embargo, este país financia la construcción de mezquitas en Europa, e incluso en Roma.
Giulio Andreotti explicó que el Jubileo no pretende analizar este derecho como si fuese un «contrato», o una concesión, sino llegar a la afirmación de un «principio». La reciprocidad es un concepto «mercantil», que no forma parte del espíritu del Jubileo.
Ahora bien, los políticos de este Jubileo tendrán que aplicarse seriamente si quieren concretar sus propuestas. El sábado, cuando la sala de audiencias generales del Vaticano se convertirá en una especie de Parlamento mundial, intervendrán 92 representantes de las delegaciones de diferentes países de los cinco continentes. Cada una contará con tres minutos.
Por lo que se refiere al tema de la libertad religiosas, la señora Ombretta Fumagalli Carulli, democristiana, explicó que el documento de base que servirá para la discusión de los políticos será la «Dignitatis Humanae» del Concilio Vaticano II.
Fumagalli hizo revelaciones sobre la importancia numérica de las delegaciones de los diferentes países. Por el momento, se han registrado 43 parlamentarios y gobernantes de Inglaterra, 77 de España, 85 de Polonia (menos que los anunciados en un primer momento) y unos 30 de Francia.
En total, se prevé la participación de 2.141 delegados extranjeros en este «parlamento mundial» y 467 italianos. A ellos, se les añaden 9.459 administradores locales (alcaldes, gobernadores, etc.).
Estados Unidos se encuentra con el gran problema de las fechas, pues coincide con las vísperas del «gran martes», en que será elegido el sucesor de Bill Clinton. En un primer momento, los políticos estadounidenses habían pedido aplazar el acontecimiento jubilar. Como no era posible y en esos días se encuentran en plena actividad electoral, enviarán una delegación simbólica de tres delegados.
Lo mismo sucede con Rumanía, que pretendía enviar 600 miembros.
Por último, Andreotti, concluyó con un mensaje para todos sus colegas del mundo: «Creo que el Jubileo de los parlamentarios será una invitación para cada uno de nosotros a pensar en una frase del Evangelio, cuando con soberbia un representante político, Pilato, dijo a Jesús: «No sabes que tengo poder sobre tu vida». Y Jesús le responde: «No tendrías ningún poder si no te fuera dado de lo alto». Este es el sentido de la política que nosotros queremos ayudar a vivir».