CIUDAD DEL VATICANO, jueves, 18 marzo 2004 (ZENIT.org).- Juan Pablo II ha dado gracias a las comunidades del Camino Neocatecumenal por el gran número de vocaciones que están suscitando al sacerdocio, particularmente en la diócesis de Roma.
El pontífice dejó espacio a estos sentimientos al encontrarse el jueves en el Vaticano con la comunidad del Seminario diocesano «Redemptoris Mater» de Roma en el que se forman seminaristas procedentes de las 450 comunidades del Camino Neocatecumenal, presente en Roma en más de 90 parroquias.
Según datos facilitados por Radio Vaticano, en este seminario se han ordenado ya 196 sacerdotes desde que se fundo hace 16 años. Al mismo tiempo, ha sido modelo para los más de cincuenta seminarios diocesanos o misioneros «Redemptoris Mater» que hay en todo el mundo, en los que se forman 1.500 seminaristas y en los que se han ordenado más de 1.000 sacerdotes.
«Quiero dar las gracias al Camino Neocatecumenal, en el que han nacido y crecido vuestras vocaciones», afirmó el Papa, quien mencionó en particular «a los iniciadores del Camino» –Kiko Argüello y Carmen Hernández–, «a los que se debe la feliz intuición de proponer la erección» del Seminario.
«En estos 16 años ha salido de vuestro seminario un gran número de celosos sacerdotes, dedicados oportunamente en parte al servicio pastoral de la diócesis de Roma y en parte a la misión en todas las partes del mundo», constato el obispo de Roma.
«La oración, el estudio, la vida comunitaria, bien armonizados en el proyecto formativo y vividos con fidelidad y generosidad en la existencia concreta de vuestro Seminario, son los caminos por los que el Señor esculpe en vosotros, día tras día, la imagen de Cristo, Buen Pastor», dijo el Papa a los jóvenes seminaristas.
«Con estos cimientos, podéis prepararos para vivir, cuando seáis sacerdotes, de manera serena y fecunda, vuestra pertenencia constitutiva y sin reservas al presbiterio diocesano, que tiene por punto de referencia esencial al obispo, y al mismo tiempo, el profundo lazo que os une con la experiencia del Camino Neocatecumenal», añadió.
«Es necesario evitar la falsa alternativa entre el servicio pastoral en la diócesis a la que pertenecéis y la misión universal hasta los últimos confines de la tierra, que hunde sus raíces en la misma participación sacramental en el sacerdocio de Cristo, a la que estáis preparados particularmente a través de la experiencia del Camino Neocatecumental», reconoció.
«También aquí, en Roma, la pastoral está caracterizada y tendrá que estarlo cada vez más por la prioridad de la evangelización», recordó.
El Camino Neocatecumenal, «al servicio de los obispos diocesanos y de los párrocos como una modalidad para redescubrir el sacramento del Bautismo, y de educación permanente en la fe» está presente desde hace 35 años en más de 900 diócesis del mundo, con unas 17.000 comunidades en 6.000 parroquias.