ROMA, viernes, 19 noviembre 2004 (ZENIT.org).- Contribuir a la elaboración de «un nuevo humanismo integral» está entre los objetivos del documento «Lineamenta [líneas de orientación] para la pastoral universitaria en Europa», redactado por el Consejo de las Conferencias Episcopales Europeas (CCEE) y el Comité europeo de capellanes universitarios.
Presentado a la prensa el miércoles pasado en Roma, se trata de un instrumento de trabajo en el que se presentan de forma sintética y eficaz las motivaciones teológico-pastorales para una adecuada aproximación teórica y práctica al mundo de la Universidad y de la cultura universitaria.
El documento fija el marco de referencia para una evangelización orgánica de la cultura y reconoce que «la pastoral universitaria contribuye a la elaboración de un nuevo humanismo integral».
«El hombre debe estar en el centro de toda investigación científica y de todo empeño cultural. Debe estar en el centro la persona humana con sus derechos, con sus deberes, con sus exigencias también espirituales y morales. Humanismo integral quiere decir justamente esto: la integridad plena de la persona humana, en todas sus dimensiones», explicó monseñor Cesare Nosiglia, delegado del CCEE, en la sede de «Radio Vaticana».
El texto refleja también que la pastoral universitaria puede contribuir igualmente a las raíces cristianas de Europa sosteniendo «el desarrollo de la vida de la universidad» y promoviendo una auténtica pastoral de la cultura, no restringida sólo a la atención de estudiantes y profesores.
De acuerdo con monseñor Lorenzo Leuzzi –coordinador del Comité europeo respectivo–, en todo el continente los capellanes universitarios son más de medio millar, según cita «Avvenire».
Su labor puede favorecer «la inculturación de la fe y la evangelización de la cultura» que, como aclaró el profesor Giuseppe Dalla Torre –rector de la «Libera Università Maria Santissima Assunta»–, «entra plenamente en las responsabilidades de la Iglesia, sobre todo en el contexto de una sociedad secularizada como lo es la contemporánea».
No olvida recordar el documento que en el panorama universitario europeo los centros católicos representan una realidad significativa en el ámbito del diálogo entre fe y cultura que la comunicad cristiana promueve.
De hecho, «la finalidad tanto de las Universidades como de los centros superiores de estudios de la Iglesia es, ante todo, garantizar de forma institucional una presencia cristiana en el ámbito universitario con vistas a los grandes problemas de la sociedad y de la cultura de nuestro tiempo», aclaró el doctor Agustín del Agua, director del secretariado de la subcomisión episcopal de Universidades y delegado nacional (en España) de Pastoral Universitaria.
«Como instituciones de docencia e investigación –explicó–, pretenden, desde la fe cristiana, ayudar a la formación integral de los universitarios, reconociendo que es Jesucristo quien descubre al hombre la grandeza de su vocación y da sentido y plenitud a sus aspiraciones».
Estos centros trabajan y se esfuerzan «por lograr una educación no solo intelectual o de habilidades profesionales, sino de la persona en toda su riqueza, que abraca la inserción en la historia y la apertura a la trascendencia», puntualizó.
Monseñor Nosiglia manifestó además que es «significativo que el documento salga en el Año de la Eucaristía» «para recordar a todos que el corazón de la cultura humanística es aquel Amor gratuito que promueve un hombre y un mundo nuevos».
El texto se confía ahora a las Conferencias Episcopales de Europa, en particular a los obispos delegados de Pastoral Universitaria, a los capellanes y a los responsables de pastoral juvenil, abriéndose así una fase de consulta con vistas a la redacción definitiva prevista para el próximo otoño.
