TREMEMBÉ, lunes, 29 noviembre 2004 (ZENIT.org).- Los 25 monjes del Monasterio de Nuestra Señora del Nuevo Mundo, de la ciudad de Campo do Tenente, en el estado de Paraná, Brasil, realizaron el pasado lunes una peregrinación al lugar desde el que, hace cien años, se establecieron los primeros monjes en Brasil, y a la Basílica de Nuestra Señora Aparecida, en Aparecida, Sao Paulo.
Este acontecimiento, inédito para la comunidad trapense, fundada en 1098, se debe a la excepcional celebración: el centenario de la llegada de los Trapenses a Brasil, el centenario de la coronación de la imagen de Nuestra Señora Aparecida, y los 150 años de la proclamación del dogma de la Inmaculada Concepción.
Como ha revelado el prior de la comunidad, el padre Bernardo Bonowitz, OCSO, durante la homilía de la Misa, celebrada en la Basílica Menor del Señor Buen Jesús de Tremembé, ha sido un modo de honrar «padre y madre» de la comunidad de los monjes, refiriéndose respectivamente al primer monasterio trapense en Brasil y a Nuestra Señora Aparecida.
Los primeros monjes de la orden llegaron a Brasil y se establecieron el 13 de septiembre de 1904, en la ciudad de Tremembé, distante 200 kilómetros de Sao Paulo, en una antigua hacienda de café del siglo XVII, que pertenecía al barón de Palmeiras, lugar que se hizo famoso como Monasterio de Nuestra Señora Maristela.
Su presencia fue fundamental para el crecimiento económico de la región, gracias también a la introducción de técnicas modernas de plantación de arroz.
La presencia trapense en el lugar llevó a la institución del primer curso de Teología en la región, a través de un contacto del entonces prior de la comunidad trapense con el padre Leon Dehon, que envió a la región a algunos padres del Sagrado Corazón de Jesús (dehonianos) para que se encargaran del proyecto de la Facultad de Teología, que este año cumple 80 años de su fundación.
En los años veinte del siglo pasado, los monjes de la Orden Cisterciense de Estricta Observancia (trapenses), abandonaron el monasterio de Tremembé y volvieron a la ciudad de Campo do Tenente, en el estado de Paraná, más al sur, donde se encuentran todavía hoy, y han fundado, en 1997, el Monasterio de Nuestra Señora del Nuevo Mundo.
El prior del monasterio, el padre Bernardo, reveló a Zenit que creía que esta peregrinación era única en la historia de la orden, ya que ha implicado a toda una comunidad cuya regla incluye oración, meditación y trabajo.