La fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN) clausuró ayer su campaña de apoyo a la Iglesia en Nigeria, que ha conseguido recaudar 257.000 euros. Los donativos se destinarán a sufragar la reconstrucción de templos atacados por los terroristas de Boko Haram, financiar la formación y sostenimiento de cientos de seminaristas y sacerdotes nigerianos, y sostener proyectos de catequización.
Durante la conferencia titulada “Nigeria: tierra de dolor y esperanza”, el sacerdote nigeriano Kenneth Iloabuchi afirmó rotundamente que “los cristianos de Nigeria no tiran la toalla”.
En su intervención, Iloabuchi hizo referencia a la labor de diálogo y reconciliación de los cristianos de este país africano por la paz y el fin del terrorismo islamista de Boko Haram.
“La Iglesia de Nigeria es fuerte y llena de esperanza”, aseguró el sacerdote, quien además reconoció que el testimonio de perdón de los cristianos nigerianos «sólo es posible gracias al amor de Dios».
Para el padre Kenneth, la respuesta de paz y diálogo de los bautizados es un gesto que a él mismo le llama la atención, “es algo que he comprobado yo mismo cuando vi cómo gente de mi propio pueblo perdonó a los terroristas que asesinaron a 13 de sus familiares”.
Por su parte, el director de AIN en España, Javier Menéndez Ros, compartió su experiencia de la Iglesia en Nigeria, con la que tuvo contacto durante una visita a los proyectos de la fundación el año pasado.
Según el responsable de AIN, “los cristianos lideran la actividades de diálogo interreligioso y reconciliación, son la garantía de paz para el país”.
Menéndez Ros resaltó también el papel fundamental de la Iglesia en el ámbito de la enseñanza, “que es la clave para el progreso del país, y precisamente es uno de los principales objetivos de los terroristas”.
Por último, el director de AIN en España agradeció la presencia de los asistentes, a quienes animó a seguir rezando por la Iglesia perseguida y necesitada en Nigeria.
El acto estuvo presentado por la periodista de la cadena COPE, Cristina López Schlischting, que destacó la labor de la fundación pontificia y subrayó el trabajo en Nigeria, «clave por su localización geográfica en el continente africano para la extensión del fundamentalismo islámico».
Este país africano está amenazado por el aumento de la actividad de grupos islamistas radicales. La violencia en las provincias cercanas al Sahara no ha hecho más que aumentar, con la sucesión de atentados terroristas, en su mayoría perpetrados por las milicias de Boko Haram, que luchan por un Estado regido por la «sharia» (ley islámica) en el norte de Nigeria.
Desde 2011, han sido asesinados cerca de 800 fieles y se han producido más de 400 ataques contra iglesias cristianas. Muchos creyentes saben que su vida corre peligro por acudir a la misa del domingo.
Entre las acciones más sangrientas de Boko Haram, cuyo nombre significa «la educación no islámica es pecado», se encuentran los ataques contra iglesias cristianas durante la Navidad de 2011 y la Semana Santa de 2012, que causaron decenas de muertos.
Ver también: AIN: Campaña de Navidad para ayudar a los cristianos de Nigeria y Nigeria: acudir a la misa dominical puede costar la vida
