India: Falleció el misionero Pierre Ceyrac, a los 98 años

El jesuita dedicó su vida a los ‘intocables’

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ROMA, jueves 31 mayo 2012 (ZENIT.org).- Falleció a los 98 años el misionero jesuita de origen francés Pierre Ceyrac que dedicó su vida a los últimos en la India.

El padre Pierre Ceyrac –informa Radio Vaticano–, expiró santamente a la edad de 98 años, en la localidad de Chennai (antigua Madrás), en Tamil Nadu, India. De origen francés, el sacerdote Pierre Ceyrac nació en 1914. Habiendo ingresado en la Compañía de Jesús, y cuando todavía era un estudiante jesuita (22 años de edad), había decidido partir como misionero a la India, país al que dedicó el resto de su vida.

Ordenado sacerdote en 1945, se convirtió en el responsable de la Asociación de estudiantes católicos de la India. Después de su encuentro con Mahatma Gandhi, comenzó a denunciar el sistema de las “castas” y decidió comprometerse para defender a los denominados “intocables”, los sin techo y los leprosos, estableciéndose definitivamente en el país en 1952.

A aquel período que se remonta la realización de miles de pozos de agua en India meridional, pero también la introducción en Manamadurai, en Tamil Nadu, de nuevas técnicas agrícolas para hacer fértiles los terrenos sin cultivar.

Tras un encuentro con la Madre Teresa, empezó a dedicar sus propias energías al cuidado de los huérfanos. Dirigió varios orfanatos y coordinó numerosos programas de asistencia para prisioneros, enfermos de poliomielitis y en particular para los “dalit” (intocables).

De 1980 a 1993 estuvo en Tailandia junto con un grupo de voluntarios del Servicio Jesuita a Refugiados (SJR), para asistir a los refugiados camboyanos que escapaban del régimen de los jemeres rojos.

De regreso a Chennai prosiguió con su trabajo de asistencia a niños huérfanos y trabajó con las víctimas del tsunami.

Por su excepcional compromiso humanitario fue condecorado con diversos premios: entre éstos, en 2003 el Gran premio de la Academia Universal de las Culturas, que le fue conferido por el entonces presidente francés Jacques Chirac, y en 2008 recibió la Legión de Honor, la máxima condecoración de la República Francesa.

De él se recuerda una frase que amaba repetir y que hoy, plasma su extraordinaria personalidad y sensibilidad humana: “En la vida no quiero otra cosa de Dios: que la gente sea feliz”. Los funerales de el padre Ceyrac tendrán lugar el sábado 2 de junio.  

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ZENIT Staff

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