COTONÚ, domingo 20 noviembre 2011 (ZENIT.org).- Una inmensa multitud “inverosímil”, osó decir un comentarista, hizo estallar de júbilo el estadio de la Amistad de Cotonú este domingo por la mañana. El estadio acoge normalmente a treinta mil espectadores, pero toda la parte baja central estaba repleta de filas impecablemente montadas para acoger al pueblo de Dios.
En la multitudinaria celebración eucarística, en la capital de Benín, Benedicto XVI entregó a los obispos de África la exhortación apostólica Africae Munus.
En la celebración de la solemnidad de Cristo Rey, el papa recordó a los presentes que el Rey que celebramos los cristianos es “un hombre condenado a morir en una cruz”.
Temprano, el papa dejó su residencia de la NunciaturaApostólica, para trasladarse en coche panorámico al estadio de la Amistad, donde celebró la santa misa, con motivo de la publicación de la exhortación postsinodal Africae Munus, de la II Asamblea Asamblea Especial para África del Sínodo de los Obispos.
Concelebraron con el papa más de doscientos obispos de toda África y un millar de sacerdotes de Benín.
Asistieron fieles de todo el país y grupos de peregrinos de Nigeria, Togo, Ghana y Burkina Faso. Estuvo presente en la celebración el presidente de la República con otras personalidades institucionales.
La santa misa de la solemnidad de Cristo Rey del universo fue introducida por el saludo de monseñor Antoine Ganyé, arzobispo metropolita de Cotonú y presidente de la Conferencia Episcopal de Benín.
Tras la proclamación del Evangelio, el papa pronunció la homilía en varios idiomas, a cuyo texto en español se puede acceder en este enlace: http://www.zenit.org/article-40952?l=spanish.