Nicaragua: Un sacerdote denuncia persecución a la Iglesia

Habla el padre Román, descendiente del revolucionario Sandino

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MANAGUA, viernes 21 de octubre 2011 (ZENIT.org).- El decano de la prensa nicaragüense, La Prensa de Managua, recogió las declaraciones de un sacerdote, el padre Edwin Román, sobrino-nieto de Augusto C. Sandino, quien inspiró a los sandinistas actualmente en el poder, cuyo presidente, Daniel Ortega, avanza hacia la perpetuación en un cargo que no le permite la Constitución.

El sacerdote es muy duro con la actual situación y denuncia amenazas a la Iglesia católica y la desvirtuación del mensaje revolucionario de su antepasado Sandino.

Sobrino nieto de Augusto C. Sandino, el general guerrillero que inspiró la revolución sandinista, y cura párroco de Nindirí, el padre Edwin Román Calderón lanza la alerta, y denuncia lo que considera una dictadura en nacimiento. Exige justicia en el oscuro asesinato del sacerdote Marlon Pupiro del pasado 20 de agosto.

La firme actitud del sacerdote Edwin Román le ha puesto en el punto de mira de miembros del Consejo de Poder Ciudadano, que, según afirma, le han enviado mensajes para que baje el tono de sus homilías, afirma el diario La Prensa, este domingo 16 de octubre.

El presbítero recibió llamadas y mensajes de texto con amenazas y ofensas, de lo que informó a los medios de comunicación.

La policía nacional rápidamente encontró a un culpable de esas amenazas: Alberto Conde, hermano del vicario de la catedral de Managua, Bismarck Conde.

Sin embargo, el padre Román afirma: “No creo a la policía”. Su seguridad la basa en que “el muchacho es hermano del padre Conde, es un feligrés. ¿Cómo va a contradecir él su parte espiritual? Yo tengo el número de él, no es el del chat que me enviaron. Yo te aseguro que ahí hubo alguna presión”.

“Aquí hay una persecución a la Iglesia –afirma-. En la época de los ochenta, todos lo sabemos, hubo sacerdotes expulsados, de muchas maneras se atacó a la Iglesia, el mismo cardenal fue atacado públicamente”.

“Este es un mensaje que están dando a los obispos. Si usted ve, el muchacho es hermano de un sacerdote. No es un chaval anónimo, cualquiera, sino algo con lo cual perjudicar a la Iglesia, es el hermano del vicario de la catedral, que sabemos también ha tenido una posición firme en sus homilías. Se ha querido dañar a un sacerdote”.

Según Román, todo se debe a un montaje para desacreditar la última carta pastoral de los obispos.

“Quisieron armar esa cortina de humo, precisamente ese día, porque ya estaba en circulación la Carta y el domingo se iba a leer, en todas las parroquias –dice-. Hicieron aparecer esta noticia en primera plana como queriendo apagar un poco la carta pastoral; pero no tuvo éxito, porque de todos modos se leyó en todas las parroquias”.

“Además la carta pastoral no era solamente para el día domingo, está en marcha todavía, iluminando a la comunidad para que lleguemos a votar el día 6 de noviembre”, añade.

El sacerdote denuncia que existe “desconfianza hacia un Consejo Electoral que está de manera ilegal y abiertamente parcializado hacia el Gobierno.

Algunas personas me han dicho: “Padre, eso es llevar las urnas preñadas”. Están los brotes de violencia, gente que reclama sus cédulas. Hay mucho temor, porque muchos le trabajan al Gobierno”.

El padre Román se siente llamado a defender a la patria: “Como sacerdote, bajo la luz de la palabra de Dios, como lo hicieron los profetas, como lo hacen los sacerdotes y los obispos, a veces somos la voz de los que no tienen voz”.

“Los mismos profetas en su momento denunciaron los atropellos, las injusticias que se cometían –subraya-. En este momento histórico, la conferencia episcopal, nuestros obispos están dando un grito de alarma ante el peligro. Es un guiar a las personas, sin caer en la política”.

En su opinión, el país camina hacia una dictadura: “Así como en tiempos de Somoza, Nicaragua fue considerada una hacienda, la veo ahora como una empresa familiar, y en torno hay serviles que están al cuido de esa empresa”.

“Yo lo decía en una misa, que estamos como en un precipicio, con un pie adelante y otro atrás y que, cuidado, nos vamos a ese abismo, porque va a ser muy difícil salir de él”, prosigue.

“Y les decía que la mayoría de los que estamos aquí nacimos en una dictadura y que, cuidado, vamos a morir en algo igual –añade-. Tal vez esas cosas directas han molestado, pero siento que las debo decir”.

En su opinión, el triunfo de Daniel Ortega sería el inicio de una dictadura: “Es evidente, con todo lo que estamos viendo, todo el Estado y las instituciones están ya al servicio de él”.

“Ya están declaradas las ilegalidades, el mismo presidente que de manera ilegal está compitiendo –denuncia-. Estamos siendo partícipes o cómplices de una ilegalidad. Yo he llamado a no votar por una ilegalidad, que no contribuyamos a que Nicaragua vaya por lo ilegal, porque nos vamos a arrepentir, aún a avergonzar”.

El presbítero lanza un llamamiento a sus fieles a “no actuar con violencia en estos tiempos difíciles” y pide que se imponga la justicia en el caso del asesinato del sacerdote Marlon Pupiro.

“Yo no estoy acusando a nadie –asegura-. Es la policía la que tiene que investigar; no hemos hecho más que exigir justicia”.

Y remacha: “Toda Nicaragua sabe que hay más, que hay que ir al fondo, que no fue uno nada más el asesino. Está todo confuso. Hay muchos baches. Hay algo más que están encubriendo. Por eso se pide el esclarecimiento”.

¿Cómo ha afectado a la Iglesia la muerte del padre Pupiro? ¿Ha ganado o perdido?, le preguntan al sacerdote.

Y responde: “La Iglesia se fortalece con la sangre de los mártires, que nos han dejado su mensaje de vida”.

“La sangre del padre ha sido un abono para la Iglesia, eso se puede palpar en la comunidad de La Concha, que lo ha llorado –señala-. El padre siempre estará presente en esa comunidad. Para los sacerdotes ha sido un testimonio de vida”. 

El padre Edwin Román Calderón es nieto de Manuela Calderón, hermana de Augusto César Sandino.

Tiene 51 años y, como su tío abuelo, nació en Niquinohomo. En 1983, fue al seminario y luego fue párroco de Jinotepe.

Hace año y medio, asumió la parroquia de Nindirí, donde surgieron problemas con miembros del Consejo de Poder Ciudadano por sus críticas a la candidatura ilegal del presidente Daniel Ortega.

Por su parentesco con el prócer nicaragüense, se siente con autoridad para afirmar que se ha adulterado el mensaje de Sandino.

“Este no es el ideal de Sandino –declara-. La pobreza y la miseria siguen, se aprovechan de la pobreza del pueblo, sobre todo en estos tiempos electorales, con el populismo. Está bien regalar y aceptar lo que sea, pero que eso no sea para comprar una conciencia”.

Por Nieves San Martín

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ZENIT Staff

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