ARECIBO, lunes 13 de junio de 2011 (ZENIT.org).- El obispo de Arecibo, monseñor Daniel Fernández Torres hizo un llamamiento a la oración por el cese de la violencia en Puerto Rico, a raíz de la balacera que se cobró la vida el 7 de junio de dos jóvenes, a unos pasos del Obispado de Arecibo.
“Nuestro pueblo necesita de Dios. Él es el único que puede traer la paz a nuestro país”, manifestó el obispo consternado.
Según trascendió de la información policial, el tiroteo que se cobró la vida del joven de 24 años Julio César Rodríguez Burgos y de su acompañante de 27 años, Loyd Pérez Figueroa, ocurrió a las 11,30 am, cerca del colegio San Felipe, mientras ambos salían de una audiencia por Ley de Tránsito en el Tribunal.
“Pido oración para que el Señor le dé el descanso eterno a ambos. Pido también a la comunidad que extiendan lazos de solidaridad para con la familia de los implicados, de modo que puedan encontrar consuelo en medio de este dolor”, concluyó.
El tiroteo se produjo en la carretera PR-129 de la ciudad puertorriqueña. Se sospecha que desconocidos abordo de un Ford Explorer abrieron fuego contra un Mitsubishi Mirage en el que viajaban las víctimas.
Rodríguez Burgos murió en el acto, mientras que su acompañante falleció cerca de dos horas después en el Hospital Regional de Arecibo.