PUEBLA DE LOS ÁNGELES, 17 julio 2001 (ZENIT.org).- Ha sido un encuentro verdaderamente histórico. Por primera vez, tras el Sínodo de los Obispos para América, se han reunido todos los responsables de Cultura de las conferencias episcopales americanas, desde Alaska hasta Tierra del Fuego, junto a cardenales, obispos y consultores, miembros del Pontificio Consejo para la Cultura.
Este primer encuentro continental ha permitido poner sobre la mesa los problemas actuales de transmisión del Evangelio.
El cardenal Poupard ha comentado a Radio Vaticana sus impresiones del encuentro: “La primera intervención -tras mis palabras de apertura-, sobre la cultura mediática, que ha centrado nuestro trabajo desde la primera evangelización de América hasta la actual situación del hombre contemporáneo, con todos los nuevos problemas, ha sido del cardenal Law, arzobispo de Boston, Estados Unidos, miembro de nuestro dicasterio. Ha sido muy importante porque todos sabemos que los medios estadounidenses, sobre todo mediante la potente cadena CNN, dan lo que parece ser la última verdad del día a más de mil millones de personas en el mundo. El cardenal Law no nos ha escondido la gravedad de la situación en esta época de globalización, en la que hay poquísimas personas que opten por informar, que opten por el modo de presentar la noticia, que no es siempre benévolo respecto a la Iglesia Católica”.
La segunda ponencia, para pasar del norte al sur del continente, ha sido del cardenal Hummes de São Paulo, que ha presentado la dificultad de realizar una pastoral de la cultura en las grandes ciudades y de encontrar un tipo de pastoral acertado para metrópolis como Ciudad de México, con 25 millones de habitantes.
Los participantes se han preguntado cómo será la nueva cultura de todas estas personas que llegan a las metrópolis, dejando y perdiendo sus raíces tradicionales, humanas, culturales e incluso espirituales. La Iglesia debe afrontar el desafío de una cultura que podría sofocar las raíces de estas personas y, sobre todo en América Latina, tiene que hacer frente a otro desafío más insidioso, el de las sectas. Muchos de estos grupos son destructivos. Los asistentes han coincidido en que es necesaria una adecuada formación de sacerdotes y laicos.
El cardenal Poupard se ha entrevistado con numerosos rectores de universidades mexicanas con los que ha hablado sobre todo del proyecto cultural de las universidades y de su diaconía, su servicio a la verdad, que es su misión específica.
“Nos encontramos en un momento de pluralismo -ha dicho- que genera a menudo escepticismo. Es necesario, por tanto, formar a los profesores para que sean verdaderos educadores, respetando siempre la metodología propia de cada facultad pero teniendo también todos, como objetivo común, la formación integral de la persona. Tenemos que actuar de manera que, más allá de la formación específica en una facultad, haya siempre una verdadera escuela de pensamiento y de acción: lo que llamamos la pastoral de la inteligencia y, retomando el programa apenas delineado por el Santo Padre en su última carta apostólica, la necesidad de promover y trabajar en la santidad también en la universidad”.