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ROMA, viernes, 5 junio 2009 (ZENIT.org).- España va a renovar su consagración al Sagrado Corazón de Jesús. El acto tendrá lugar el 21 de junio en el Cerro de los Ángeles de Madrid con una celebración eucarística.
Un vídeo en youtube (http://www.youtube.com/watch?v=u44sKEksN5M ) ha sido el medio elegido por el obispo de Palencia, monseñor José Ignacio Munilla, para realizar una catequesis sobre la espiritualidad del Corazón de Cristo, pues muchos jóvenes desconocen qué significa «renovar la consagración de España al Corazón de Jesús».
Es un acto emblemático, tanto por el lugar como por la fecha: Se trata del punto céntrico geográfico de la Península Ibérica, donde se levanta una imagen en honor al Corazón de Jesucristo.
Al mismo tiempo, se cumplen 90 años de que el monarca Alfonso XIII pronunciase la consagración de España, en presencia de la jerarquía.
En la última reunión Plenaria de la Conferencia Episcopal, el cardenal Antonio María Rouco, arzobispo de Madrid, extendió una invitación a la Iglesia española para participar en este acto, a realizar el domingo 21, a las 10:00 de la mañana.
La noche anterior tendrá lugar una vigilia para jóvenes, comenzando a medianoche, y que se extenderá hasta las 8:30 de la mañana. Se contará en esta vigilia con la presencia de los dos obispos responsables del Departamento de Juventud de la CEE (Mons. Francisco Cerro y Mons. José Ignacio Munilla). Hemos entrevistado a éste último, quien lleva en su escudo episcopal la imagen del Corazón de Cristo, con el lema «In te confido» (En ti confío).
–España consagrada al Sagrado Corazón de Jesús. ¿Por qué es necesario un acto de este tipo en estos momentos?
–Monseñor Munilla: Dentro de diez años tendrá lugar el centenario de la consagración de España, y es de esperar que entonces celebremos con mayor solemnidad el aniversario… Sin embargo, en este delicado momento que atraviesa la sociedad española, parece conveniente que realicemos un «gesto profético», expresando nuestra confianza en la misericordia de Dios, única capaz de sanar tantas heridas.
En efecto, la secularización y el relativismo son generadores de nuevas formas de pobreza que necesitan sanación: la ruptura de la familia, la inconstancia, la vivencia obsesiva del sexo como compensación por la carencia de un amor estable, la soledad, el aislamiento y la falta de experiencia de la amistad, las adicciones provocadas por un uso compulsivo de las nuevas tecnologías, la manipulación del sentido de la historia y del pensamiento humano, etc… Todo ello es indicativo de las heridas interiores de nuestra generación, que a veces tratamos de disimular con una especie de «huida hacia adelante».
Pero lo cierto es que cuando el ser humano se cierra al misterio del amor, paradójicamente, «mendiga» afectividad; y lo suele hacer de una forma autodestructiva y hasta ofensiva.
En los momentos de crisis se suele reaccionar de dos maneras: bien sea sucumbiendo, o bien redescubriendo nuestras raíces y volviendo al amor primero. Por ello, nosotros recurrimos a renovar la consagración.
Estamos convencidos de que el misterio del Corazón de Cristo tiene un mensaje de salvación para esta generación.
–El acto no quiere tener connotaciones políticas sino religiosas. Rezar. Orar para que España tome un rumbo positivo. ¿Qué es lo que a usted le preocupa más de lo que pasa en el país?
–Monseñor Munilla: El mayor problema, sin lugar a dudas, es nuestra secularización interna. Los embates agresivos del laicismo contra las raíces cristianas de España no tendrían tanta efectividad, si nuestra adhesión a Cristo y a su Iglesia fuese más firme.
Decía San Agustín que el «enemigo» combate contra los seguidores de Cristo bajo dos estrategias distintas: los halaga para seducirlos o los atemoriza para doblegarlos. Sin duda alguna, la primera estrategia es mucho más temible que la segunda. En consecuencia, la medicina es nuestra conversión; para la cual dirigimos nuestra mirada al Corazón de Cristo.
–Desde fuera se sigue hablando de la «católica España». ¿Es una imagen real?
–Monseñor Munilla: Las raíces católicas de España son incuestionables, pero ¡no cabe vivir mucho tiempo «de las rentas»! La pérdida de tensión hacia la santidad, unida a la tentación de materialismo, hedonismo, frivolidad, combinado todo ello con ideologías liberales, pueden debilitar en poco tiempo una tradición católica labrada a lo largo de los siglos.
Esta situación ha originado una crisis de identidad muy notoria, ya que es obvio que en España no existe una cultura ni una historia al margen de sus raíces cristianas. Cuando la secularización nos «roba» el «alma cristiana», se genera en nosotros una especie de suicidio espiritual.
Y, sin embargo, al mismo tiempo están surgiendo entre nosotros nuevos brotes de vida cristiana, que son un indicio muy esperanzador de que el Espíritu Santo continúa dirigiendo nuestra historia, incluso en momentos difíciles.
–¿Qué relación tendrá esta consagración con la Jornada Mundial de la Juventud de Madrid?
–Monseñor Munilla: La próxima Jornada Mundial de la Juventud es un regalo «providencial» para la Iglesia en España.
Se trata de una ocasión magnífica para abrir nuestras ventanas, rejuveneciéndonos con el aire fresco de la catolicidad.
El domingo 21 de junio queremos encomendar también al Corazón de Cristo la JMJ de Madrid 2011… ¡Gran instrumento de la pastoral juvenil que el Papa ha puesto al servicio de los jóvenes españoles! Al fin de cuentas, ¿qué es la JMJ, sino una «ventana» que introduce a los jóvenes en el Corazón abierto de Cristo?
Por Miriam Díez i Bosch