WASHINGTON, viernes 30 de abril de 2010 (ZENIT.org).- Los obispos de Estados Unidos han exhortado a los miembros del Senado a unirse, más allá de las divisiones partidistas, para ratificar el New Strategic Arms Reduction Treaty (START) y alaban la revisión de la postura sobre la energía nuclear con usos bélicos, definiéndola como “un cambio significativo, aunque modesto, hacia un mundo libre de las armas nucleares”, según afirmó monseñor Edwin F. O’Brien, arzobispo de Baltimore.
El prelado intervino el pasado lunes sobre el tema “Reflexiones morales sobre la política nuclear de Estados Unidos” durante un simposio sobre la ética de la política nuclear de la Administración Obama, que se ha celebrado en la Catholic University of America (CUA).
Monseñor O’Brien definió el nuevo Tratado START, que reduce los arsenales de Rusia y de Estados Unidos, como “un paso en la dirección correcta”, que “prepara futuras reducciones”.
Esta revisión, añadió, “no va tan lejos como habían exhortado los obispos, y no declara que el único objetivo del arsenal nuclear de Estados Unidos es disuadir de un ataque nuclear contra nosotros o contra nuestros aliados”, pero sí “abraza el objetivo de un mundo sin armas nucleares, reconoce el peligro del terrorismo nuclear y restringe el uso de las armas nucleares” contra amenazas y contra Estados no nucleares.
“Estos objetivos son moralmente justos”, declaró el prelado, “pero es necesario un progreso mayor para afrontar nuestras responsabilidades morales para liberar al mundo de esta amenaza desproporcionada e indiscriminada contra la vida humana”.
Monseñor O’Brien citó al respecto la enseñanza católica contra la guerra nuclear, remitiendo a los documntos del Concilio Vaticano II y a la declaración de los obispos estadounidenses al Papa en 2006: “En una guerra nuclear no habría vencedores, sólo víctimas”.
“Toda arma y toda política debe ser juzgada en base al fin último de un mundo libre de la amenaza de las armas nucleares”, observó.
Pero, añadió, “aunque debemos tener siempre los ojos fijos en el horizonte de un mundo sin armas nucleares”, es igualmente importante “concentrarse sobre los próximos pasos a dar, porque el viaje es largo y peligroso y debemos realizar un paso cada vez si queremos tener éxito”.
En el simposio “La ética en la política nuclear de la Administración Obama: perspectivas católicas”, participaron entre otros la profesora de la Catholic University of America Maryann Cusimano-Love, y el general William Burns, ambos consultores del Comité Episcopal para la Justicia y la Paz Internacionales. Monseñor O’Brien es miembro de este Comité, y fue arzobispo castrense durante una década, hasta que fue nombrado para la sede de Baltimore, en 2007.
En el encuentro estuvo presente también Rose Gottemoeller, asistente del Secretario de Estado para la Verificación, la Conformidad y la Implementación, y que ha sido la principal negociadora del nuevo Tratado START.