Considera que se debe «pedir a los gobiernos que ayuden a la población para que pueda tener elección».
A su lado, por parte del episcopado francés, monseñor Michel Dubost dio testimonio del contacto directo con el triste fenómeno de la emigración en Tierra Santa, pero también del encuentro con mucha gente joven convencida de su derecho de permanecer allí, en su lugar de origen.
«Esto subraya la necesidad de desarrollar la economía para tener un futuro más seguro», indicó también el obispo de Evry.
Y precisó que los cristianos, que «son la minoría de la minoría», tienen una vocación muy amplia: «ser puente», «vínculo entre los judíos y los musulmanes».
Los cristianos tienen una gran capacidad para cumplir esta misión, pero «esto es posible sólo si existe justicia, porque muchos han visto su terreno ocupado, su casa destruida, y pienso que la paz tienen necesidad justicia», concluyó.
Como cada año, con su visita, la delegación de obispos europeos y norteamericanos, junto a la Asamblea de Ordinarios Católicos de Tierra Santa, busca apoyar a los cristianos de la región.
Es un camino continuo «de solidaridad y de comunión eclesial», porque la Iglesia de Jerusalén necesita el apoyo de toda la Iglesia, también «con las peregrinaciones», con el encuentro «de las comunidades cristianas concretas, que son el Cuerpo vivo de Jesús», recalcó monseñor Vives en declaraciones a Zenit.
Por Marta Lago