Esta institución, creada en Estados Unidos en 1990 por el fallecido cardenal John Krol, arzobispo de Filadelfia, según constató el Papa en el discurso que dirigió en inglés, ofrece ayuda «en nombre de Cristo a los países en desarrollo, en forma de subvenciones, proyectos y becas». Realiza esta obra recogiendo anualmente fondos para apoyar las obras de caridad del Papa
De este modo, los colaboradores de la Fundación asisten a la caridad del Papa y le ayudan en su misión «de cuidar del rebaño de Cristo en todos los rincones del mundo», como él mismo reconoció.
«Os aseguro que vuestro amor a la Iglesia y vuestra dedicación a la práctica de la caridad cristiana es muy apreciada», reconoció el Santo Padre.
«Mientras nos preparamos a celebrar la gran efusión del Espíritu Santo en Pentecostés –concluyó–, os animo a seguir en vuestro generoso compromiso para que la llama del amor divino siga ardiendo con fuerza en los corazones de los creyentes y en todas partes».
[Más información sobre esta fundación en http://www.thepapalfoundation.com]